Reflexión Personal - Poder en Blanco

Reflexión personal
Poder en Blanco

“He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra” (Lc 1)


“He aquí, Padre, que vengo a cumplir tu voluntad” (Heb 10, 5-7)
“Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya” (Lc 22, 41)

Ya hemos conversado bastante acerca del Poder en Blanco, su sentido, sus exigencias y bendiciones; hemos compartido y aprendido, pero ahora es importanteconversar este tema directamente con la Mater, con el Padre; pues el Poder en Blanco, en último término, no es otra cosa que un diálogo personal con ellos, el fruto de una vivencia personal de saberse amada y querer responder en plenitud a ese amor recibido.

Ahora la invitación es a poder tener esa conversación, o más bien iniciarla y comenzar a preparar el corazón para decir un SI “de adentro” alPadre Dios. Si lo das, habrás alcanzado la mayor semejanza posible – acá en la tierra – a la Mater.

“Dios, en su infinita sabiduría nos ha hecho el regalo soberano de una voluntad libre. Pero El quiere que nosotros le devolvamos ese obsequio; y que lo hagamos por libre decisión,… Sí, El quiere que le ofrendemos nuestra voluntad por entero y en todas sus dimensiones. Realizar el Poder en Blancocon la actitud correcta es aceptar de manera perfecta la invitación, los deseos y el querer de Dios. Es no guardarnos nada e nuestra voluntad libre y soberana. Es modelar en lo futuro nuestra vida, y sobrellevar las cruces que traiga consigo, en completo abandono a la voluntad divina y en total conformidad con ella.
Este abandonarse íntegramente a la Providencia Divina se ha hecho algo muyraro en nuestros días. En efecto, hoy son muchísimas las personas que alejan totalmente su voluntad de la voluntad del Creador y Padre del universo. Por otra parte, de entre todos los que quieren servir a Dios, sólo pocos están dispuestos a renunciar por entero a su voluntad caprichosa y enfermiza. En verdad son sólo muy pocos los que pueden repetir con Jesús y desde lo más profundo del almaaquellas palabras del Padrenuestro: “Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo”.
Sólo muy pocos pueden repetir en todas las situaciones de su vida esas locuciones proverbiales: “Calla, que es la voluntad de Dios”, “Nada sucede por casualidad, todo proviene del amor de Dios” y “Dios es Padre, Dios es Bueno, bueno es todo lo que El hace”. Sí, son sólo muy pocos los que pueden rezar conNicolás de Flue: “Señor mío y Dios mío, arráncame todo lo que me separe de ti. Señor mío y Dios mío, dame todo lo que me impulse hacia ti. Señor mío y Dios mío, arráncame de mí mismo y haz que te pertenezca por entero”…
Con una actitud de profundo respeto y gratitud nos inclinamos ante la misericordia y bondad divinas que nos han llamado a sumarnos a esos pocos predilectos de su corazón ysabiduría”.
(JK, II Acta de Fundación)

PRIMERO MIREMOS HACIA EL PASADO:

“La íntima convicción de nuestra dependencia del Dios vivo crece en nosotros. La desconfianza en nuestras propias fuerzas y en los medios puramente humanos se vuelve más grande. El cobijamiento y el sentimiento de hogar, de paz y de seguridad en Dios, nos dan solidez y eficacia en la acción. Esta confianza en la victoria de lasfuerzas divinas, en la Familia y por la Familia, se hará inquebrantable, hasta poder decir con profunda convicción: "Si Dios está con nosotros, ¿quién podrá estar contra nosotros?", "¡Todo lo puedo en Aquél que me conforta!". Experimentamos la verdad de aquellas palabras de san Agustín: "Aquél que ama la faz del Omnipotente, no teme la faz de los poderosos de este mundo". (…)
Quien estáprofundamente captado y compenetrado por la entrega en el sentido del Poder en Blanco, vive enteramente de esta fe en la misión divina y de esta conciencia de ser instrumento de Dios. Sería un contrasentido consagrar todas las facultades del cuerpo y del alma, todos los bienes espirituales y terrenales, y hasta su vida entera, a una obra que no promete ningún beneficio terrenal, si esta fe no estuviese...