REFLEXIÓN SOBRE LA CULTURA Y EL CONSUMO
Dentro de toda estructura macrosocial humana se construyen dimensiones abarcadoras de un valor de identidad que comprende a sus integrantes, dimensiones dentro de las que tienen cabida los diferentes patrones que globalizan los hábitos, saberes, tradiciones, tendencias, conductas e ideologías con las que se ciñe cada miembro del tejido latente conocidocomo cultura. Si bien estos modelos de alineación competen una adaptación casi tácita por parte del individuo debido a la inmersión de este a un medio de reproducción y a esferas de interacción directas como lo son la familia, la escuela, el trabajo y otros escenarios, existen también otros matices que corresponden a aparatos más artificiales, derivados también de las relaciones sociales, pero conun desarrollo histórico y una procedencia menos innatos, por así decirlo, como es el caso del consumo.
El consumo, entendido brevemente como la práctica de adquirir productos, bienes o servicios con el fin de satisfacer necesidades, suele ser visto como la figura primaria que justifica los procederes del mercado, la economía y los negocios; sin embargo, el evocar este fenómeno solamente dentro deesos ámbitos genera, a mi parecer, un abordaje escaso de perspectivas para el tratamiento de un tema tan rico y complejo. Es por ello que, a lo largo de este escrito, se pretenden equiparar las diferentes cosmovisiones sobre el consumo que bajo mi criterio pueden existir; asimismo se evidenciará la estrecha relación que este posee con la cultura.
Es de manera lógica el pensar que el enfoque conel que se estudie o se perciba cierto fenómeno o hecho manifieste el campo de estudio o la inclinación ideológica del pensador, mas, ¿por qué no aproximarse en este caso a una reflexión con un devenir de panoramas que involucren no solo la visión de un espíritu economista, sino también humanista e incluso filósofo? Puede parecer ambicioso y algo inconexo, sin embargo, pienso que todas estasacotaciones pueden resultar enriquecedoras, principalmente si se toma en cuenta la interdisciplinariedad que conlleva el considerarlas yuxtapuestas al tema de la cultura.
En primer lugar, la racionalidad mercantil o económica, como se dijo previamente, es la alusión sobresaliente que se vincula al concepto de consumo. Dentro de los sectores que involucran la movilización activa de bienes o medios,como lo son la extracción, la producción, el intercambio y la distribución, el consumo vendría siendo aquella definitiva fase del proceso. El fortalecimiento del consumo contemporáneo como lo conocemos fue posible, principalmente, debido a los radicales cambios sociales y culturales generados por la revolución industrial, ya que esta provocó que el ser humano se trasladara a fábricas para laborar yparticipara directamente de la transformación de la materia prima en procesos agilizados que representaran un bajo coste de mano de obra. El hombre común adquirió, de esa manera, una relación más inmediata con los bienes materiales que él mismo producía y se configuró a sí mismo como un sujeto consumidor de sus artilugios. No es de extrañarse el contemplar los vestigios de la sociedad mecánica deese siglo que buscaba ser cada más urbanizada, en las conductas y aspiraciones de la sociedad actual. La cultura occidental ha perfilado al individuo promedio como el empleado que justifica su existencia a través de la adquisición de bienes o productos que consigue por medio de la adecuación de su aparente calidad como ofertante a un puesto, con el que será remunerado monetariamente. Es curioso vercómo el hombre se ofrece a sí mismo a un postor que lo escogerá, se espera que objetivamente, según su necesidad. A algo parecido se refería el escritor y periodista uruguayo Eduardo Galeano cuando afirmó: “El lenguaje oficial aboga la realidad para otorgar impunidad a la sociedad de consumo, a quienes la imponen por modelo en nombre del desarrollo y a las grandes empresas que le sacan el...
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