Reflexión Sobre "Los Siete Saberes Necesarios..." De Edgar Morán
Aprender a lidiar con la incertidumbre es ante todo una construcción que podríamos considerar “anti-natural”
- entendida por aquellos fenómenos que sucede en un ambiente sin estructura sociocultural civilizada- . Y esalgo que, como tantas cosas que no existen el “la vida salvaje” que conviene asimilar tanto como la inhibición y encause de impulsos violentos y sexuales, el auto-control emocional y el uso de tecnología médica-científica para la vida cotidiana. Podemos pensar incluso que una educación orientada hacia la aceptación y manejo de los principios de incertidumbre cerebro-mental, lógica, racional ypsicológica son, como tal, tecnología del estado del arte en pensamiento humano: una construcción cognitiva compleja, sustentada en el trabajo sistemático,gradual e incremental de diferentes disciplinas y áreas de conocimiento que se ha ido perfeccionando – aunque suceda al igual que con la historia misma de manera no-lineal- . Ser capaces de introducir a nuestro pensamiento como ciudadanos decualquier sociedad humana esta habilidad es nada menos que prodigioso. Es un compendio de muchas joyas de la producción intelectual humana.
¿Y cuál es el beneficio de semejante ejercicio? Se preguntaría el crédulo que comience a dudar de sus certezas supersticiosas. A principio de cuentas, una mayor cercanía con la realidad. Sí. Incompleta y falible pero al menos con la conciencia de su alcance ylimitaciones. Además tal como plantea Edgar Morin, aceptar la incertidumbre es beneficioso para los individuos, sociedades y culturas de la humanidad, ya que vivimos en un mundo de constante cambio con valores ambivalentes que por defecto están destinados a chocar contra un modelo mental inflexible que no admita matices, y un grado de incongruencia, falibilidad y relativismo contextual. Con estose soporta la idea de que nuestra realidad es en últimas cuentas nuestra idea la de la realidad; y admitir -o al menos intentar- su naturaleza no determinada es aproximarnos a un mayor isomorfismo; a que nuestro modelo mental cuadre mejor con lo que ocurre “allá afuera”, aunque nos cueste un poco de calma.
Y esto sucede porque el conocimiento válido y funcional es un proceso vivo, dinámico yabierto. En cambio aquél que está cerrado sobre sí mismo sin admitir mejoras y críticas termina por morir de obsolescencia -No pierdo la oportunidad para tirar una piedra a la práctica psicoanalítica ortodoxa-. Esta propiedad dinámica del saber es una joya que rechazamos: acarrea invariablemente la posibilidad de error e ilusión sí; pero sin ella, la mejora sería imposible. La tarea estaría...
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