reflexion

Dos mendigos estaban sentados en una esquina de una calle concurrida en la sección del centro de la ciudad. está bastante claro por una noche en diciembre, pero el viento frío hizo acurrucarsejuntos por el calor y la comodidad. se vio impotente cómo decenas de personas andaban por ahí, algún propósito ignorarlos y otros demasiado atrapados en sus propias preocupaciones para siquiera notar suexistencia. cada ofthen así, una mujer de buen corazón o un niño pequeño podría caer unas monedas en el sombrero que ponen delante de ellos en la acera helada. algunas personas se sienten especialmentegeneroso, incluso sacar un proyecto de ley o de remolque de sus billeteras y meterlos en los sombreros de los mendigos, tratando de ser lo más discreto como posible. hoy no ha sido un mal día para lamendicidad. los hombres eran capaces de pinza suficiente para una comida decente en la tienda de café por la calle y algunas velas para iluminar sus cobertizos chozas en el callejón detrás de laestación de tren. cuando la multitud comenzó a apagarse, comenzaron a empacar sus paquetes y la cabeza en busca de refugio por la noche trece. justo cuando estaban a punto de salir de la esquina de lacalle, vieron a un hombre caminando hacia ellos. él era obviamente un hombre rico - se podría decir que desde el finamente adaptados negocios de traje que llevaba puesto y la cadena de reloj de oro queadorno el bolsillo izquierdo
el primer mendigo le dio un codazo al segundo y le dijo con entusiasmo "He aquí que viene nuestra manera". os dos intentó no mirar directamente al hombre como él seacercó a ellos, pero no podía dejar de mirar con anticipación mientras metía la mano en el bolsillo y sacó algo.
"thunk" era el único sonido que escuchan aas lo que parecía un pedazo de caramelo nar,doblemente envuelto en papel de seda y celofán golpear cada uno de sus sombreros de espera. el hombre rico dio la vuelta y seguir su camino, no haciendo una mirada atrás.
"como insulto!" dijo el...