Reflexion
Qué me impo,.-ta a mí del mundo
y qué me importa a mí de la sociedad .
La sociedad y el mundo me exige n
que yo eche a rodar a mi hija ,
y por qué he de echarla?
Echar la Mija? . . . Porque me ha traído
un nieto de regalo sin que nadie supiera .
¡Vaya que pecao !
Acaso, no han comenzao sus amores
cuando empezó a puntear la primavera?
Que fue pa'l tiempo aque l
que el potro rompió el cabestro
pa seguir a la yegua ?
El toro saltó los alambre s
y al trotecito se nos fue la perra ?
Echar la Mija? . . . Echarla Mija
me pide el mundo porque no supo venders e
a cambio de una libreta !
Si hasta el reptil ponzoñoso procrea con liberta d
en sus abrigadas cuevas !
Si el río serpentealibrement e
por ser hijo natural del corazón de la tierra !
Solamente la mujer !
Solamente la mujer tiene sociedad que la desprecia !
Pero esa sociedad : admite, permite y foment a al cabaret, al mercado de las hembras !
Allí nadie pregunta si una muje r
es mala o es buena .
Allí el pudor es un mito ,
un chiste de desvergüenza .
Allí el pedazo de seda tapa las marcas que han dejado las poleas
cuando esa mujer soñose una madre
honrada, trabajadora y buena .
Echar la Mija? . . . Echar la Mija
me pide el mundo porque me ha traído
un nieto de regalo sin que nadie supiera !
¡Vaya que pecao !
Vaya que pecao más grande! A criar a su hijo !
A criarlo como Dios manda ,
en vez de malparirlo sin que la vean!
Bendita sea la mujer ; benditas sean todas las mujere s
que contra el mundo y la sociedad que las desprecia ,
levantan bien en alto el fruto de sus entrañas mater a
Madre mía!
Madre mía del alma que estás en el cielo !
Si vos madre, tuvistes la desgracia
de ser igual que ellas .
Mil veces, Madre ,
mil veces, bendita seas!
INDIO DUARTE
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