REFLEXIONES POSTMODERNIDAD Y DERECHO

REFLEXIONES PARCIALES SOBRE POSTMODERNIDAD Y DERECHO



“En tiempos de crisis, cuando se hunden convicciones e instituciones, se presenta la tentación de buscar algún sistema protector con su lenguaje y sus soluciones y con su representante al cual se pueden atribuir los poderes del Otro fundador. O bien se toma una dirección en apariencia radicalmente opuesta: la liberación de lasnormas.”
Estanislao Zuleta
Tribulación y felicidad del pensamiento

Cómo abordar una disputa, una protesta, un litigio, cuando nos vemos inmersos en una suerte de descomposición progresiva y acelerada de las formaciones colectivas tradicionales, como son la familia patriarcal, las culturas regionales diferenciadas por rasgos lingüísticos y costumbres particulares y, en general, la disolución de losgrupos de origen que determinaban formas de identidad, y que más tarde terminaron por crear una crisis colectiva de identidad. Cómo pensar al individuo, en el ámbito judicial, cuando proliferan, se acentúan y se atomizan formas de desigualdad socioeconómicas cuya gravedad no ha podido ser resuelta por los distintos aparatos de poder sino, antes bien, nos encontramos frente a la amenaza latente deprecipitarse en cualquier forma de violencia o recluirse en cualquier forma de identidad propuesta por más inverosímil que se presente.
¿Es posible, pues, imaginar que una vasta erudición en el campo de las leyes pueda servir como dique para neutralizar eventos sociales que representen un riesgo en el orden público, o siquiera, imaginar levemente que ese poder nos faculte para fijar a losindividuos a instituciones de encasillamiento?
Las interrogantes planteadas surgen a partir de las consideraciones hechas por pensadores actuales –Bauman, Vattimo, Lipovetsky1 en concreto– que declaran que nos hallamos en tiempos de incertidumbre, sujetos a los vaivenes propuestos desde los mass media y frente a una visión de la historia pluridiversa, caótica e inclusive decepcionante, pero que,justamente por ello obliga a revaluar las condiciones sobre las cuales están cimentadas nuestras directrices morales y legales.
En este orden de ideas, se trata de reflexionar las formas en que la postmodernidad ha venido modificando nuestra manera de ver el Derecho, a partir de los desencuentros entre la teoría y la práctica, y evidentemente, sobre la profesión de abogado, representada la mayoríade las veces por una dogmática inflexible que a lo sumo no logra acomodarse a un discurso caracterizado por el descrédito, el desencantamiento e incluso desacatamiento frente a las posibilidades del discurso jurídico.
En ese caso, nos hallamos frente a una revalorización del derecho a la hora de comprender y justificar el poder, pues, una vez despojado de sus atributos sagrados, vuelve a serrecocido básicamente por ser un factor fundamental en la explicación de la vida social y un elemento ineludible en su transformación. Lo anterior no significa que el Derecho se erija como el dios que hace todo posible en una sociedad secularizada ni que sea garantía de cambio, de hecho puede resultar un discurso pesado y convertirse en un lastre dentro de los matices que programa el totalitarismodel mercado, aunque haya perdido su capacidad regulativa.
Esto supondría encontrarnos en una suerte de crisis de la razón jurídica, o cuanto menos es un ambiente de desconfianza de la institucionalidad producida por la innegable carencia de legitimidad o por la cada vez más constante pérdida simbólica de autoridad necesaria para la organización social. Al respecto:
“Ferrajoli distingueesquemáticamente tres aspectos de esa crisis de lo jurídico. En primer lugar, dice, se trata de una crisis de legalidad, es decir, del valor vinculante asociado a las reglas por los titulares de los poderes públicos y que se trasluce como la ineficacia del control y la ilegalidad del poder, la corrupción, el desplazamiento del Estado a sedes extralegales, etc. En segundo lugar la adecuación estructural...