Reflexiones sobre flores y espinas
D E SELGAS (1)
M.D. F ERNÁNDEZ
POLO
J .H. S ERNA
Universidad de Murcia
1. "FLORES Y ESPINAS"
En 1879 ve la luz el tercer volumen de poesías de Selgas con el título Flores yespinas 1 . De
él indicó Eusebio Aranda que "La mitad de las composiciones de esta colección se
publicaron en la Ilustración Española y Americana desde 1869 hasta 1876" 2 , lo quenos
permite ciertas precisiones: el primer poema aparecido es de 1870 y, por otra parte, el
periódico publicó en sus páginas algo mas de la mitad de la citada colección;de las cuarenta y
dos composiciones de que consta el libro, más un Prólogo versificado, en La Ilustración
Bpañola y Americana se publicaron veintidós, más parte del Prólogo en dos composiciones
independientes y con titulocambiado.
Un libro de versos del popular poeta de lasflores no podía pasar desapercibido y fue
saludado con interés por los hombres de letras, como novedad dignade ser comunicada por la
prensa y con júbilo por los incondicionales adeptos que el escritor murciano poseía. Estas
palabras, aparecidas en La Ilustración Bpañola y Americana, el 8 de julio de 1879, sintetizan el sentir de la época:"Flores y espinas, colección de poesías de Selgas. Un volumen de poesías del Sr. Selgas es siempre una preciosa adquisición para los muchos admiradores del elegante
escritorn.
1
D os ediciones se efectuaron del libro: Flores y espinas. Colección de poesías. Madrid, 1879; y Flores y e s p i w
wrsos póstumos, Introd. de M A N U E L CARETE Versos póstumos; un vol. en 80 mayor, Madrid, P ~ R E Z
a
DUBRULL:a s , 11, Poesía, 11. Por esta edición efectuaremos nuestras citas.
ar
2
A RANDA UROZ,E USEBIO: Selgm .v m obra, Publicacionesde la Cátedra Saavedra Fajardo, Universidad de
M
Murcia, 1954, 357 páginas. Edición aparte en Anales de la Universidadde Murcia. XII, 1953-54,pp. 87-1 5 8,2 15-308
y 425-586. La cita corresponde a p. 161.
El nuevo libro causó más grata impresión en loslectores y estudiosos de entonces que, t al
vez injustificadamente, en los posteriores investigadores de la obra selguiana que siempre lo
han considerado como el "hermano menor" d e la producción lírica del murciano. El mismo
Aranda, en muchas ocasiones excesivamente benévolo con la obra del poeta, lo considera
"fruto de un evidente decaimiento poético que difícilmente se salva" '. Y , sinembargo,
sinceramente pensamos que el escritor murciano no es, en esta colección, mejor ni peor que en
las dos que le precedieron: La Primavera y El Estío.
La explosión general de entusiasmo que produjo Selgas con sus ramilletes defloresafectó
- creo que sigue afectando, con perjuicio para el escritor- a críticos e investigadores de la
y
literatura que no han podido evitar asociar al poeta con ElLaurel, La Dalia, La Modestia, La
Caridad y la Gratitud, El Sauce y e l Ciprés..., y tantas otras composiciones aprendidas de
memoria y presentes en las antologías. Esa influencia, que se prolongó bastantes años tras su
muerte -como hace poco recordaba F.J. Díez de Revenga 4-, ha llegado prácticamente
inalterable hasta nuestros días de modo que, en gran medida, aún siguen con vigencia casiexclusiva "las lindas y poco aliñadas obras La Primavera y El E río'; que Selgas sentía "como
poesía propia, legítima, ingenua, sentida", que agradaba a "académicos y principiantes",
"literatos y público lego'', "fuertes varones y sensibles mujeres" 5 , en detrimento de posibles y
más cabales consideraciones sobre la obra lírica de Selgas.
En nosotros el intenso perfume de lasflores selguianasno ha impedido que, desapasionadamente, nos acerquemos a esta colección de Flores y espinas viendo en sus versos a un Selgas
más cercano y mucho más personal. Es como un retorno del poeta hacia sí mismo, hacia su
familia, hacia el pequeño horizonte humano, eterno y caduco, que le circunda.
Ha sido calificado el libro de desolado por los investigadores. Y nos parece excesivo. Si
acaso,...
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