reflexiones
Hoy quiero darte las gracias, por todas aquellas pequeñas cosas que hiciste por mí, a lo largo de tu vida...
Gracias..., por haberme admitido en tu cuerpo durante nueve meses, por haber compartido conmigo tu espacio, tu aire y tu mundo, y por haber soportado, valientemente, todo el dolor que, en su momento, implicó para ti darme la vida.
Gracias..., por tu tiempo y atencionesmientras fui una bebé indefensa; por tus miles de cuidados, por alimentarme pacientemente cada día.
Gracias..., porque a medida que fui creciendo, siempre estuviste a mi lado, aun cuando yo no deseaba que estuvieras ahí; por tu útil consejo en los momentos difíciles, y por todas las veces que callaste, para que yo aprendiera con tu silencio.
Gracias..., por enseñarme el amor a la lectura, porquegracias a eso crezco día a día.
Gracias…, por tu enorme fe en Dios, por inculcarla en mí desde pequeña, y porque siempre actuaste congruentemente con esa fe, aún en los momentos más difíciles de tu vida.
Gracias..., por enseñarme a dar, a compartir, sin importar si la otra persona merecía recibir o no, porque con tu ejemplo aprendí a cuidar de los demás y a procurarles siempre lo mejor.
Graciastambién, por enseñarme a escuchar; a veces eso ayuda más que todo el oro del mundo.
Gracias..., por darme tu mano cuando lo necesité; por estar siempre cerca, y aun así permitir que tomara mis propias decisiones, mis propios riesgos.
Gracias..., por dejarme decidir, por respetar mis decisiones, por estar ahí cuando tuve descalabros.
Gracias..., porque hoy, aunque ausente, tu recuerdo meacompaña, me guía y me da fuerzas en los momentos difíciles.
Gracias..., por ser mi madre; eres es el ser más maravilloso que he conocido. No tengo palabras para agradecerle a Dios el que me haya permitido ser tu hija, y todo el tiempo que nos ha permitido estar juntas.
Mayo 2013
ÁNGELES EN EL CALLEJÓN (Una historia verdadera)
Diane, una joven estudiante de la Universidad, estabaen casa por el verano.
Fue a visitar algunos amigos en la noche y por quedarse platicando se le hizo muy tarde, más de lo que había planeado y tuvo que caminar sola a su casa.
No tenía miedo porque vivía en una ciudad pequeña y vivía sólo a unas cuantas cuadras del lugar.
Mientras caminaba a su casa, oró a Dios que la salvara de cualquier mal o peligro.
Cuando llegó al callejón que le servíacomo atajo para llegar más pronto a su casa, decidió tomarlo; sin embargo, cuando iba a la mitad, notó a un hombre parado al final del callejón y se veía como que la estaba esperando.
Diane se puso nerviosa y empezó a rezar a Dios. Al instante un sentimiento de tranquilidad y seguridad la envolvió, sintió como si alguien estuviera caminando con ella; llegó al final del callejón y caminó justoenfrente del hombre y llegó bien a su casa.
Al siguiente día, leyó en el periódico que una joven había sido violada en aquel mismo callejón unos 20 minutos después de que ella pasara por allí. Sintiéndose muy mal por esa tragedia y pensando que pudo haberle pasado a ella, comenzó a llorar dando gracias a Dios por haberla cuidado y le rogó que ayudara a la otra joven.
Decidió ir a la estación depolicía, pensó que podría reconocer al hombre y les dijo su historia. El policía le preguntó si estaría dispuesta a identificar al hombre que vio la noche anterior en el callejón, ella accedió y sin dudar reconoció al hombre en cuestión.
Cuando el hombre supo que había sido identificado, se rindió y confesó.
El policía agradeció a Diane por su valentía y le preguntó si había algo que pudieranhacer por ella, y ella le pidió que le preguntaran al hombre por qué no la atacó a ella cuando pasó por el mismo callejón.
Cuando el policía le preguntó al hombre, él contestó:
- "Porque ella no estaba sola, había dos hombres altos caminando uno a cada lado de ella".
MORALEJA:
No subestimes el poder de una oración.
A ESO
A eso de caer y volver a levantarte. De fracasar y volver a...
Regístrate para leer el documento completo.