Reflexión: el agricultor

REFLEXIÓN
Un agricultor, llegada la temporada de lluvias y tras arreglar su terreno de labor, estableció su cultivo de maíz. Sembró alrededor de ene mil semillas con el cariño y el esmero de todoslos sembradores que han existido sobre la tierra. A cada una la depositó en el surco y la cubrió con la tierra que más próxima estaba al grano depositado. A pesar de que preparó el terreno con lamisma técnica y con el mismo cuidado, no todos los maíces quedaron en iguales circunstancias: algunos quedaron posados sobre una pequeña piedra movediza, para otras su lecho fue un suave y fértil suelo,algunas más les tocó quedar sobre un “tetachal” duro que el arado no pudo romper dada su estructura pétrea y, así la cama que las recibió fue diferente en calidad y confort; sin embargo, ahí deberíanpermanecer hasta fructificar y/o morir. De la misma manera, el lugar de ubicación varió con respecto a su localización en el área de labrantío: las más quedaron avecindadas en el centro de la parcelaal abrigo de los vientos que golpeaban a las plantas de las orillas. Algunas de éstas tuvieron que crecer bajo la sombra de las ramas de los árboles que se extendían buscando el sol en competencia conlas milpas del sembrado.
A pesar de todo, el agricultor siguió poniendo todo su empeño en cultivar a cada una de las milpas esperando obtener de ellas muchos granos de maíz para la alimentación de sufamilia. A cada una le arrimó tierra suficiente como para que sus raíces tuvieran a la mano la fuente de nutrientes necesaria para crecer y reproducirse; además, le agregó una adecuada dosis defertilizante, le cuidó para que las plagas no le hicieran ni el mínimo daño y pudieran crecer sanas y felices. La lluvia cayó en abundancia igual para todas ellas.
Al llegar el tiempo de la cosechaencontró que no todas las plantas lograron producir la misma cantidad de maíces. Ni siquiera crecieron iguales, las hubo fuertes y vigorosas cuyos tallos gruesos se coronaban con una mazorca grande y una...