Reflexión

Reflexión

(para el amor de mi vida)
por Asdrúbal Priego Carrera
Hace algunos días, mientras abordaba el microbús, llamó mi atención un niño, un pequeño que estaba sentado en labanqueta junto a un parque y que abrazaba con fuerza un balón de fútbol, un balón gastado y polvoriento. Un balón que apenas alcanzaba a abrazar con sus pequeñas manos.

Subí por fin altransporte sin poder quitarme de la mente la imagen del niño y esta escena no se ha ido de mi mente, constantemente regresa para hacerme pensar....

¿No somos todos como ese niño?, ¿acaso nohay dentro de todos nosotros un pequeño, un niño de 2 ó 3 años sentado en la banqueta?, una criatura que mira con grandes ojos de admiración un viejo y polvoriento balón que apenasalcanza a abrazar con enorme cariño.

La idea de que todos guardamos objetos queridos, amados me persigue. Cada uno de nosotros ocultamos preciados tesoros.

¿De seguro guardaste algúnjuguete, sin importar lo viejo o roto que estuviera?, tal vez aún conservas incluso las cajas de tus juguetes... seguramente por las instrucciones. O ¿porqué no te atreves a tirar las cartas deamor de la secundaria?, los muñecos de peluche que te regalaron en la prepa y que seguro se deshacen si los lavas. ¿Por qué atesoramos?

Somos niños pequeños abrazando los momentoshermosos de nuestra vida en un juguete, aferrando con manos diminutas las emociones y sentimientos guardados en un objeto, temblando de admiración y sentimiento cuando abrimos el cofre de losrecuerdos. Todos incluso tú tienes un lugar especial donde guardas las cosas que amas.

Yo vi claramente a un niño abrazar al mismo tiempo: un regalo de navidad, las horas de diversióncon los amigos, los goles anotados y la tarde en que su papá le enseñó a tirar un penal, aún cuando todos los demás estaban seguros de que sólo abrazaba a un viejo balón desinflado.