Reforma educativa de gomez farias
Isidro Castillo
Las reformas educativas de corta vida constituyeron el meollo de lo que Mora calificó a menudo de "Revolución de 1833". Todos los testimonios indican que, aunque nunca fue oficialmente ministro de Educación, Mora fue el arquitecto principal de los cambios. Formó parte del comité para la enseñanza nombrado por GómezFarías (20 de septiembre de 1833) que más tarde se convirtió en la Dirección General de Instrucción, el nuevo organismo gubernamental consagrado a la enseñanza. Las reformas fueron revolucionarias por cuanto la universidad y la mayoría de los antiguos colegios del Distrito Federal quedaban abolidas y sustituidas por seis "establecimientos" controlados por el Estado, dedicados cada uno de ellos auna rama de la enseñanza. La nueva legislación, por supuesto, se dirigía contra la universidad, entendida como corporación, pero aún más contra la gran influencia que ejercía el clero a través de la educación. Mora, Zavala y los periódicos reformistas guardaron su más afilada retórica anticlerical para atacar el antiguo sistema de la educación superior. “La educación de los colegios -escribió Mora-es más bien monacal que civil”. Sujeta a regulación clerical, la educación nunca podría fomentar “un espíritu de investigación y de duda”, sino únicamente el “hábito de dogmatismo y disputa”. Según Mora el método de enseñanza predilecto consistía en escoger un autor anticuado, en exponer sus doctrinas y luego en defender sus ideas contra toda evidencia opuesta. En general, la educación de loscolegios “no sólo no conduce a formar los hombres que han de servir en el mundo, sino que falsea y destruye de raíz todas las convicciones que constituyen a un hombre positivo”. La meta educativa de Mora era crear al hombre positivo, el modelo utilitarista del individuo industrioso e ilustrado que persigue sus propios intereses y cuya máxima fidelidad, como ciudadano virtuoso, sería el estado civil.La ley estableció las materias que se enseñarían en cada una de ellas y los locales en los que se alojarían. Sin embargo, no se suprimieron todas las antiguas instituciones.
Los informes presentados a la Dirección General de Instrucción Pública en abril de 1834 nos indican que el rejuvenecimiento de la educación tuvo proporciones modestas. Manuel Eduardo de Gorostiza, secretario de dichadirección, informó que los ingresos provenientes de los diversos fondos para la educación ascendían a 223,830 pesos, aun cuando muchas de las propiedades expropiadas se hallaban en mal estado. 334 alumnos se inscribieron en 47 cursos.
El secretario, aun cuando indicara que existía una lucha tanto contra las "antiguas preocupaciones" como contra algunos "intereses recién creados", sacó enconclusión que las realizaciones de los seis meses habían sido notables."Hoy… la enseñanza está en perfecta armonía con las instituciones públicas".
El programa educativo debería convertirse en la piedra sillar del nuevo edificio liberal. Pero las leyes sobre educación no tardaron en ser derogadas por Santa Anna, el "Atila de la civilización mexicana"
Mora afirmó que, “como la religiónreposa toda sobre hechos, su estudio es y debe ser necesariamente histórico y crítico". Si ya no era la reina de las ciencias, al menos ocupaba todavía un lugar destacado en el currículo. Los reformadores temieron que sus reformas fuesen interpretadas (y así lo fueron) como demasiado radicalmente seculares.
La revolución mental
Uno de los más importantes acontecimientos de la Sociedad Fluctuantefue la reforma político-jurídica de 1833. Al estudiar este breve periodo (sólo duró 11 meses) de la administración de don Valentín Gómez Farías, nuestra atención se dirigía principalmente a la cuestión educativa.
Don Valentín Gómez Farías fue uno de los congresistas que intervinieron activamente en la Constitución de 1824. Ahora, en 1833, ocupaba la vicepresidencia de la República y, por...
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