reforma educativa
MANUEL PÉREZ ROCHA
D
e nuevo, los maestros son los chivos expiatorios. Los poderes fácticos (el gran capital), que pervierten y enajenan mediante su televisión, su radio yotros medios a los niños y a los jóvenes mexicanos, adoptan el papel de severos jueces triunfantes: han conseguido lareforma educativa. Ocultan que la televisión y la radio, con su frenética sucesión deestímulos visuales y auditivos, destruyen la capacidad de mantener la atención más allá de unos segundos en un solo tema: ¿cómo lograr que en la escuela los niños aprendan a leer una página? Latelevisión y la radio generan infinitos deseos de comprar y consumir, e incitan a satisfacerlos de inmediato (es tu derecho, les dicen): ¿cómo lograr que en la escuela se renuncie al impulso irreflexivo enaras de construir el futuro? La televisión y la radio presentan la extrema violencia como un valor: ¿cómo extrañarnos de la violencia escolar? La televisión y la radio presentan la deshonestidad, latraición y la ambición desmedida como comportamientos normales, incluso ejemplares: ¿cómo lograr que la escuela transmita valores morales y cívicos? La televisión y la radio propagan la competencia (lacompetitividad) como actitud sagrada: ¿cómo lograr que en el aula se ejerza la indispensable cooperación que exige la buena educación? La televisión y la radio fomentan los fanatismos y difunden lascreencias mágicas dándoles crédito: ¿cómo lograr que los niños se interesen por la ciencia? Si alguien cree que exagero, encienda Televisa y Tv Azteca y sus radiodifusoras, y hojee sus publicacionesimpresas.
El medio social y cultural en que viven los niños y jóvenes es determinante de lo que se puede lograr en la escuela. No es la escuela quien determina hasta dónde puede llegar la sociedad, esla sociedad quien determina hasta dónde puede llegar la escuela. Es indispensable repetir el refrán africano: Para educar a un joven se necesita la cooperación de toda la aldea. Nuestra aldea,...
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