Reforma electoral mexicana 2007, dr. lorenzo córdova vianello.
Lorenzo Córdova Vianello*
En septiembre pasado las Cámaras del Congreso de la Unión aprobaron una serie de modificaciones a nueve artículos de la Constitución que servirán de base para el desarrollo legal de la que puede ser considerada, con plenas credenciales, como la séptima gran reforma electoral de nuestra transición a la democracia. Con dicha aprobación elprimer paso de los cambios constitucionales ya están sentados y debe esperarse la aprobación de los mismos por, al menos, 16 de las legislaturas de los Estados
La última reforma integral a las normas electorales databa ya de 1996 y, desde entonces, los cambios legales habían sido muy puntuales (equidad de género en las candidaturas, el agravamiento en los requisitos para constituir partidospolíticos y el voto de los mexicanos en el extranjero, principalmente). Ello provocó que bien pronto, las instituciones electorales tuvieran que hacer las cuentas con nuevos fenómenos, algunos sumamente delicados, que poco a poco fueron complicando la organización y la calificación de los procesos electorales. Se trató de nuevos problemas frente a los cuales la legislación era omisa (como el caso delas precampañas), frente a los cuales las normas eran insuficientes (como las que establecieron las facultades de fiscalización del IFE, que bien pronto tuvo que enfrentar los secretos bancario, fiduciario y fiscal), o bien de problemas derivados de las mismas normas (como el crecimiento exponencial que el financiamiento público podía tener con la fórmula de cálculo que se había establecido).Para decirlo de otra manera, la realidad política bien pronto rebasó a las normas y abrieron un delicado flanco que podía repercutir seriamente en la confianza y en la credibilidad de las elecciones y de las instituciones encargadas de organizarlas y validarlas. Si algo hemos aprendido en materia electoral es que, parafraseando a Ernesto Zedillo en su discurso de toma de posesión, si hay algo dedefinitivo es que no hay reformas electorales definitivas y las normas que regulan esta materia deben estar bajo una permanente revisión y adecuación a la dinámica vida político-electoral.
De ahí la oportunidad de la reforma constitucional que se ha aprobado por las Cámaras del Poder Legislativo federal y que, se espera, sea validada por la mayoría de los congresos de los Estados. Con ello quedaríansentadas las bases para el futuro desarrollo legislativo que afinará y profundizará los cambios que se hoy están introduciendo en la Constitución.
El mapa de la reforma constitucional en materia electoral puede delinearse en los siguientes temas:
I. Sistema de partidos
• La reforma plantea que sólo los ciudadanos podrán constituir partidos políticos –con lo que se abre la posibilidadpara eliminar la condición establecida en diciembre de 2003 en el sentido de que sólo las Agrupaciones Políticas Nacionales podían formar partidos-, estableciéndose además, la prohibición expresa para que organizaciones gremiales o que persigan fines no políticos intervengan en el proceso de creación de partidos, así, con la clara especificación de prohibir la afiliación corporativa, se complementael principio de libertad asociativa de los ciudadanos.
• Por otra parte, se establece desde la Constitución que la ley deberá establecer los casos en los que será lícita la intervención de las autoridades electorales en los asuntos internos de los partidos. Ello no significa, que se esté cerrando la puerta al control de la legalidad y democraticidad de los procesos intrapartidistas, sinosimple y sencillamente se establecen las bases constitucionales para una posterior desarrollo legal. En todo caso resulta pertinente que las normas definan con claridad las fronteras de la actuación del IFE y del Tribunal Electoral.
II. Condiciones de equidad en la competencia
A. Financiamiento
• La reforma establece con claridad, desde la Constitución, las tres modalidades que tendrá...
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