Reforma Universitaria 1918 (Manifiesto Liminar y Ley de Avellaneda
Sin embargo, la Universidad Nacional de Córdoba ladesconoció de manera parcial (en lo referido a las formas de gobierno y designación de autoridades) y siguió rigiéndose parcialmente por su estatuto que había sido aprobado en 1879, bajo otro régimen legal. Enella, los cuerpos directivos prácticamente no se renovaban (por estatuto eran vitalicios) o se renovaban según conveniencias de índole personal (lo podía hacer el Rector de turno).
Los docentes acargo de las cátedras tenían también carácter vitalicio sin importar su desempeño al frente de la misma. No se permitían discusiones en torno de ideas no avaladas por la Universidad, como así tampocose escuchaban los reclamos formulados por los estudiantes que, por entonces, tibiamente comenzaban a “agremiarse” en los denominados Centros de Estudiantes.
En este estado de cosas, la opinión delClero cordobés era terminante a la hora de tomar decisiones ya que controlaba intrínsecamente a esta universidad anacrónica, excluyente y alejada de la ciencia.
El Manifiesto de 1918 hace un balancede la situación universitaria en Córdoba, y las irregularidades que se venían observando también en todas los claustros del país.
La juventud universitaria de la Federación de Córdoba dedicó suManifiesto Liminar a “La juventud argentina de Córdoba y a los hombres libres de Sud América”. Este anhelo de transformación de la sociedad y, lo que resulta fundamental, la necesidad de dar auspicio...
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