Reformulando los negocios
REFORMULANDO
LOS NEGOCIOS
Rowan Gibson
En LOS AÑOS SESENTA y a principios de los setenta, había un sentimiento general de seguridad sobre a dónde nos dirigíamos y cómo llegar ahí. Muchas empresas de gran éxito, una poderosa economía de postguerra e instituciones largamente acreditadas conducían hacia el futuro como un enorme y lujoso sedán en una autopista sin límites. Creían ver una largacarretera que se abría ante ellos y acababa más allá del horizonte, una carretera por la que se podía viajar igual que por la autopista que acabábamos de dejar. El futuro parecía pertenecerles.
Nada más lejos de la realidad.
La lección que hemos aprendido en los tres últimos decenios es que nadie puede conducir hacia el futuro con el piloto automático. Los libros de negocios están llenos deejemplos de importantes corporaciones, aparentemente invencibles, que se durmieron al volante y pagaron un alto precio por ello. Para muchas de ellas, el castigo llega de manera inesperada, impuesto por competidores extranjeros, que habían aparecido como insignificantes puntos en el retrovisor pero que les ganaron la delantera a mediados de los años setenta y principios de los ochenta y se convirtieronen los nuevos líderes de la industria. A otros se les adelantaron algunos corredores más pequeños pero más emprendedores que tomaron partido de las intersecciones o puntos de entrada a la autopista creadas por la tecnología que avanza rápidamente. En el espacio de unos pocos años, las carreteras que algunos creyeron poseer para ellos solos se convirtieron en un circuito de competición. Y elviaje se convirtió en una carrera.
Durante aquel período, cientos de compañías cayeron de la lista de la revista Fortune de 500 grandes empresas, y se quedaron rezagadas o estancadas en la carretera hacia el futuro, tal como se refieren a ellas Gary Hamely CK Prahalad. Asimismo, no pocos de esos líderes dejaron la carrera y cayeron en el olvido. El mito de la “excelencia”, que nació y se veneró aprincipios de los años ochenta, había muerto antes del fin del decenio.
Desde un punto de vista económico, nuestro viaje ha resultado algo diferente de lo que esperábamos. Durante el período inmediato a la postguerra, el poder económico supremo, era por supuesto, de los estados unidos. En los años cincuenta los Estado Unidos estaban tan sobradamente a la cabeza que era impensable considerar aningún contendiente por la supremacía económica. Excepto quizá la Unión Soviética porque en aquellos momentos su economía crecía con más rapidez que la de los Estados Unidos, y si extrapoláramos este punto, la Unión Soviética habría sobrepasado a los Estados Unidos en cuanto al PIB a mediados de los años ochenta.
Es un esfuerzo por equilibrar el poder de la URSS y parar la amenaza del comunismo,Washington mantuvo una política basada en la ayuda a todo el resto del mundo para promover su despegue económico sin preocuparse realmente por lo que ocurriría si estos países la alcanzaban. Al final, contrariamente a los que todos esperábamos, la Unión Soviética dio marcha atrás de un día para otro a principios de los años noventa. Por aquella época los Estados Unidos ya se encontraban compitiendo condos nuevas superpotencias económicas que ellos mismos habían ayudado a crear: El Japón y Europa, cuyo poder se centraba principalmente en Alemania. De hecho, como Lester Thurow indica, todavía hoy día no está claro cuál de las tres superpotencias los Estados Unidos, Europa o el Japón ganará la carrera de la economía mundial.
A lo largo de los años, ha habido otros cambios importantes totalmenteimprevisibles. Hace tres decenios, por ejemplo, nuestra vida y nuestras sociedades estaban unidas por poderosas instituciones el gobierno, la ley, el sistema educativo, la iglesia, la familia, la organización del trabajo muy respetadas. A ellas confiábamos nuestro futuro, les permitíamos gobernarnos y controlarnos, pero ya no las dejamos hacerlo. Como antiguas formaciones rocosas golpeadas...
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