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“En resumen, podemos decir que difícilmente habrá un gran problema, de los cuales la física moderna es tan rica, al que Einstein no haya dado una importante contribución. Que él haya algunas veces errado al blanco en sus especulaciones, como por ejemplo en su hipótesis de los quanta de luz, nopuede ser realmente usado contra él porque es imposible introducir ideas fundamentales nuevas, aún en ciencias más exactas, sin ocacionalmente correr un riesgo.” Academia Prusiana de Ciencias, en ocación del nombramiento de Einstein, 1913.
En 1985, siendo estudiantes de la Licenciatura en Fisica, no entendíamos por qué Eisberg1 se empecinaba tanto en explicar que el efecto fotoeléctrico no podíaser interpretado a través de las ecuaciones de Maxwell2; entender en qué fallaban esas ecuaciones era mucho más difícil que entender la sencilla explicación que Einstein3 había propuesto en 1905. En aquel entonces, la frase que Eisberg se preocupó por transcribir en el texto, nos provocaba una mezcla de hilaridad e indignación por la ceguera de aquellos hombres de principios de siglo que,teniendo las pruebas al alcance de la mano, tardaron 16 años en reconocer la validez de una teoría. Pero, para nosotros, la “dualidad onda-partícula” era un concepto natural. Habíamos crecido con él dado que, a los 14 años, creíamos haber entendido a Einstein, a través de un libro de divulgación científica que había circulado por toda la clase. Y, sólo muchos años después, trataríamos de entender loscomplicados procesos mediante los cuales la comunidad científica valida el conocimiento. En la Sección I, describimos el impacto que las ecuaciones de Maxwell tenían a finales del siglo XIX, impacto que perdura en las teorías que comenzaron a perfilarse en el siglo XX. Asimismo, a través de citas y en forma no exhaustiva, intentamos caracterizar las ideas epistemológicas que impulsaban lainvestigación científica de esa época. En la Sección II, se mencionan brevemente algunas evidencias experimentales de finales del siglo XIX, que motivan el trabajo en Física de los años posteriores. En la Sección III revisamos la teoría del cuanto de luz, desde una perspectiva diferente a la que se encuentra en los textos de física o en los textos de divulgación científica. Con ello, pretendemos (ayudados conel libro de Thomas S. Kuhn: “La teoría del cuerpo negro y la discontinuidad, 1894-1912”4) saldar una deuda en dos aspectos: la transposición didáctica de esos temas esconde la riqueza histórica de su determinación, al tiempo que no logran reflejar los cuestionamientos personales y académicos de los científicos que expusieron esas teorías. En la Sección IV, describimos brevemente algunos datoshistóricos y personales de los científicos durante la I Guerra Mundial y a posteriori, parámetros que nos parecieron importantes para tratar de entender las motivaciones de la época.
R. Eisberg & R. Resnick, “Física Quântica: Átomos, Moléculas, Sólidos, Núcleos e Partículas”, Ed.Campus (1974). 2 James Clerk Maxwell (Escocia, 1831-1879). 3 Albert Einstein (Alemania, 1879-1955) Recibió el PremioNobel en 1921 por sus servicios a la física teórica y, especialmente, el descubrimiento del efecto fotoeléctrico. 4 Thomas S. Kuhn, “La Teoría del Cuerpo Negro y la Discontinuidad Cuántica, 1894-1912”, Ed. Alianza (1978) = TCND
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En la Sección V hacemos un brevísimo recuento de los problemas que motivaron el surgimiento de la Mecánica Cuántica, para describir en la Sección VI los cambiosconceptuales que el desarrollo de esa teoría motiva. En el Apéndice, comentamos el libro de Paul Forman “Cultura en Weimar, causalidad y teoría cuántica, 1918-1927”5. Ese libro constituyó nuestra principal referencia en la conexión del mundo académico y el contexto social en el cual evolucionaron las teorías acausales de la época. Pero, dado que la tesis de Forman, nos pareció que estaba...
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