Registro publico
a. PERÍODO COLONIAL.
A fin de conocer, en términos generales al menos, que es el Registro Público de la Propiedad Inmobiliaria, su procedimiento, y la problemática que enfrenta, es necesario conocer someramente la evolución histórica de esta institución en nuestro país.
Los antecedentes históricos de nuestro Registro tienen su origen en las Institucionesjurídicas del viejo Derecho Español, que se remonta a la época de la Conquista, a partir de la caída de la Gran Tenochtitlán en 1521, al ser derrotado Cuauhtémoc, último Emperador Azteca, tales como Las Siete Partidas, La Recopilación y la Novísima Recopilación; Cédula del 10 de marzo de 1868, Cédula del 9 de mayo de 1778, Pragmática de 16 de abril de 1783, Instrucción de la Real Audiencia de México de 23de mayo de 1786, Cédula de 25 de enero de 1816; Decreto de de las Cortes de 20 de mayo de 1821 y de alguna manera, la Ley Hipotecaria de 1861. Esta Ley es la que instituyó la publicidad registral, con el fin de evitar la clandestinidad, y en ella se inspiró la parte relativa al Registro del Código Civil de 1870. En esas disposiciones la hipoteca era considerada como un “vicio” o desmerecimiento dela cosa (gravamen) y su ocultamiento era motivo de constantes fraudes, por lo cual la Corona española instituyó los oficios de hipotecas. En cada pueblo, cabeza de jurisdicción se ordenó que hubiera una persona encargada de un libro en el que se inscribieran los censos e hipotecas de los bienes que se adquiriesen con el propósito de que los gravámenes no estuvieran ocultos.
En la Pragmáticanúmero 3,251, dada en Madrid el 16 de abril de 1783, se mandó que se establecieran los oficios de Hipotecas; las disposiciones que existían sobre esta materia sirvieron de base y se dispuso que en todas las cabeceras de partido, se constituyeran los oficios de Hipotecas para que se registraran los documentos de herencia y tributos, rentas de bienes raíces y todos aquellos que tuvieran en formaespecial señalada una Hipoteca. Al no haberse cumplido las instrucciones giradas, para estos fines, se establecieron los medios para que las órdenes reales cobraran vigencia, habiendo quedado de la siguiente forma:
Los oficios de escribanos y anotadores de hipotecas, establecidos en todas las Ciudades y Villas de la Nueva España, tendrían calidad de vendibles y renunciables. En las Ciudades deVeracruz, Oaxaca, Puebla, México, Toluca, Querétaro, Celaya, entre otras, la función de los escribanos de los Ayuntamientos sería distinta de los anotadores de hipotecas.
En los demás pueblos, cabezas de jurisdicción, los oficios de anotadores estarían unidos a las escribanías públicas. Estos oficios serían también vendibles y renunciables, y por tanto serian pregonados y el importe de la venta seremitiría a la Superintendencia General de la Real Hacienda.
Los anotadores y justicias receptores que actuaban en defecto de aquellos, así como los escribanos, tendrían un libro y todos los que hicieran falta para llevar los registros, de cada uno de los pueblos de su Distrito, por separado, para que se llevaran a cabo las anotaciones. El documento que debería presentarse para el anotador seríaen original o sea la primera copia otorgada por el escribano.
La anotación debería reunir como requisitos, la fecha del instrumento, el nombre del escribano ante quién se había otorgado, los nombres de los otorgantes y domicilio; para el caso de fuera compraventa, hipoteca, o fianza, era preciso señalar los bienes raíces gravados con la ubicación y los linderos.
En el instrumento presentadopara registro se ponía una razón en la que se hacía constar el Libro de Hipotecas de determinada Ciudad, Villa o Pueblo, con número del Folio que le hubiera correspondido y la fecha. Esta razón debía de estar autorizada con la firma completa del anotador. Tratándose de un juez receptor, debía actuar con testigos de asistencia.
En un documento en donde constara la redención del Censo, o la...
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