Reinsercion Social
La fuente de este tipo de abordaje se embebe del énfasis tecnicista de la ciencia moderna y no de un pensamiento edificante. Estimular reflexiones en torno al rol de la cárcel, y a la manera de abordarla, develará, quizá, que no funciona tan mal como se piensa ni es tan “inútil” como parece ser.
Palabras clave: Reforma/fracaso de la cárcel, rehabilitación,humanismo, ley y ciencia penal moderna, reproblematización, Michel Foucault.
1.- Entre reforma y fracaso: La cárcel y su “mal funcionamiento”.
La denuncia permanente sobre el mal funcionamiento de la cárcel parece ya una tradición humanista. Cada vez que se habla de cárcel se habla de problema, de crisis, de una situación perjudicial de difícil solución que hay que atacar con carácterde urgencia y con todos los medios. Sin embargo, y a pesar de esta aparente voluntad política de alcance internacional, no conozco un sistema carcelario que no esté en “crisis” permanente. La crisis supone un cambio importante en el desarrollo de un proceso. Pero, ¿qué cambios significativos se han producido en la manera de ver y abordar el tema carcelario?
Es casi imposible evitar que enuna institución de encierro como la cárcel existan problemas graves que resolver; la negación del derecho a la vida (1) en su seno, sigue siendo el aspecto ético más preocupante que impulsa buena parte del trabajo de académicos, políticos y voluntarios, en general. Los elementos visiblemente “malos” de la cárcel son fáciles de identificar: hacinamiento, aflicción, violencia, ocio,enfermedad, incomunicación, control, coerción, encierro, en resumen, la antivida, lo antinatura, la muerte. Las reformas periódicas parecen toparse con obstáculos de tipo operativo que las condenan a tener poco alcance, éxito y duración.
Las causas más denunciadas del aparente fracaso de la cárcel, y de sus continuas reformas, pueden ser resumidas en la falta de recursos y especialistas, corrupción, ausencia de voluntad política, incompetencia de los operadores del sistema de justicia, inadecuación de las leyes, entre otras. Se intentan corregir esos defectos proponiendo, y justificando, reformas que a lo sumo logran acomodar aspectos circunstanciales para prontamente degenerar o dar paso a fracasos sucesivos y reiterados, es decir, la cárcel vuelve a “funcionar mal”. Reforma- error-fracaso-reforma, ¿no es así como podría resumirse la política pública en materia penitenciaria en épocas modernas? Qué hacer, con qué recursos, qué reformas implementar, con qué métodos, parecen ser, sin duda, los trabajos pendientes para la comunidad intelectual y gerencial ligada al sistema penitenciario.
Este tipo de análisis sobre la cárcel como tema-problema, la búsqueda incesante deuna “solución”, parece ocupar el grueso de la discusión, y actuación, en torno a esta institución de secuestro sin dejar casi cabida a otro tipo de razonamiento, aquel que se adentra en el fin último de la prisión, en su rol político. Esta retórica predominante, que parece ser casi incuestionable, sobre que la cárcel mejorará a través de reformas, no soportaría, a nuestro modo de ver,interrogantes de base elemental como por ejemplo: ¿qué es lo que se supone debe funcionar bien en una institución con las características de la cárcel?, acaso ¿no es el encarcelamiento siempre inherentemente aflictivo?
¿No constituye el encierro mismo la negación del proyecto humano, y de su desarrollo y transformación plena? En fin, ¿qué piso teórico sigue manteniendo a la “reeducación para la ...
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