Reir llorando

REÍR LLORANDO
El carnaval del mundo engaña tanto,
que las vidas son breves mascaradas;
aquí aprendemos a reír con llanto,
y también a llorar con carcajadas
Juan de Dios Peza

Son tantas noticias para una sola semana: el jueves la muerte de Papá, y a tres días, el incendio de la casa de Cocó y la pérdida de las fotografías. No he tenido tiempo para pensar, me siento confundida,la gente ha de creer que estoy loca, por más que me dicen ¡llora te va a hacer bien!, no puedo, estoy aturdida, siento como si mi alma estuviera deshabitada. Aunque tú decías que “Dios cuando da, da en grande” ¿no crees que a veces se le pasa la mano? Los tres sucesos me deberían tener mal pero creo que he querido fugarme pensando sólo en la pérdida de las fotos para sufrir poquito,porque tal vez no soportaría el dolor, o para que no se me acabe el sufrimiento y tener de qué sufrir mañana.

¿Te acuerdas de mi cumpleaños, cuando apenas eran ocho? Preparaste un pastel que se veía riquísimo, pero no pudimos partirlo. Esperábamos a que llegara Papá para celebrar. Aguardamos en vano. Esa noche, creyendo que Bety y yo dormíamos, hablaste seriamente con Cocó: Hija,llegó la hora de enterarte que tu Padre anda en malos pasos, el muy infeliz me pidió mandara a lavar su carro y queriéndole ahorrar dinero me puse a hacerlo yo. ¡Ya me imaginaba de sus galanteos!, pero cual va siendo mi sorpresa al hallar colillas de cigarro en los tapetes, ¡bien sabes que él nunca ha fumado! Mi curiosidad me hizo abrir la cajuela, ¿sabes que traía? ¡una guitarra!,una guitarra, él que lo único que sabe es tocar el claxon para que le abra el zaguán al rey. En la guantera también estaba una cámara fotográfica a la que le quité el rollo. Trate de portarme como si nada, ¡Hice de tripas corazón! Él despertó muy sonriente y como era mi costumbre lo salude sin mirarlo a los ojos, ya le había puesto en su buró su vasito con aceite de olivo y jugode limón que toma en ayunas… se fue a hacer ejercicio, al regresar mientras se bañaba cantaba esa de “Señora Tentación/ de frívolo mirar/ de boca deliciosa/ ansiosa de besar” ¡se oía feliz el ingrato! al salir ya le había puesto sobre la cama su uniforme recién sacado de la tintorería, y su camisa almidonada, sus calzoncillos planchados como a él le gusta. Mientras se vestía le servíel desayuno: dos huevos a la mexicana con frijoles refritos, tres tortillas, ¡no, más! porque se enoja, ¡ya vez que dice que lo quiero engordar! pan dulce y su café de olla que me aventó a la cara porque ya se había enfriado. Ya sabes que así es él, su mejor arma son sus gritos ‘la hace de pleito ratero’ se hace el enojado para no dar explicaciones cuando va a llegar tardePero contrario a su costumbre, regresó a las dos horas, ¡como una sedita! dándome dinero para que llevara a ustedes a la matiné, no opuse resistencia, sentía que me hervía la sangre de coraje, pero también tenía miedo. Las arreglé rápido y nos fuimos, no quería que me reclamara lo del rollo. Él ya no estaba cuando nosotras volvimos, pero yo que conozco bien mis cosas me di cuenta quehabía buscado por todos lados: en los cajones, bajo las carpetas de los muebles y hasta de los colchones, ¡me creyó tan tonta que pensó que iba a tener el rollo en la casa, yo ya lo había llevado a revelar! Regresó antes del anochecer, sonriente, amable ¿recuerdas? fue el día que me trajo un ramo de rosas y dos kilos de manzanas rojas, hasta les trajo a ustedes ‘gansitos’ que nuncales permite comer porque según él, se enferman. Ese día ni le preocupó. Yo calladita…hasta sudaba no sé si del calor o de los nervios, no quería hacerlo enojar. Al día siguiente me urgía que se fuera a trabajar para ir a recoger las fotografías, en cuanto abrí el sobre, ¡me desmorone! Quería salir corriendo, tenerlo enfrente, ¡quería matarlo, destazarlo al desgraciado! En...