Relaci n entre sentido com n prejuicios supuestos y el proceso de conocimiento etnogr fico
En el fluir de la cotidianeidad, estamos lejos de ser sujetos estrictamente racionales- lógicos queactuamos pudiendo dar cuenta, todo el tiempo, de las motivaciones de nuestras decisiones y acciones; entendido como individualismo metodológico. Los conceptos de habitus (Bourdieu, P., 1997) yconciencia práctica (Giddens, A., 1984) –pese a sus diferencias en cuanto a líneas teóricas y aquello que agrupan conceptualmente- nos permiten aproximarnos a esta concepción de las prácticas sociales.Actuamos pre-reflexivamente, sin caer, por ello, en lo irracional o incoherente, entendido siempre en función de lo que se espera socialmente.
Este es el punto de partida para entender el sentido común,prejuicios, y supuestos puestos en juego en la acción social “en el aparente flujo de prácticas eternizadas y naturalizadas” (Ribeiro, G., 1998:241). Tanto antropólogo/a (cuando se quita el “traje” deloficio) como las personas con las que se vincula en el proceso de investigación actúan bajo estas guían –que inadvertidas- operan en nuestra actuación y comprensión cotidiana.
No obstante, durante elproceso de conocimiento etnográfico, el/la antropólogo/a no sólo interroga al fenómeno cultural, sino que “discrimina aquellos aspectos (prejuicios, naturalizaciones, etc.) que le impiden visualizar lamejor respuesta” (Ondelj, M. y Bonapadre, P., 2001: 52). El/la antropólogo/a opera una “ruptura con el flujo de la regularidad cotidiana” (Ibíd.). Su presencia “como actor social que desconoce lasreglas de la rutinización, de la reproducción de los parámetros cotidianos” (Ibíd.) posibilita el extrañamiento.
El extrañamiento opera como “una dialéctica de aproximación/distanciamiento” habilitadapor la experiencia de “insertarse en realidades sociales de las cuales no participa en lo cotidiano, desconoce” (Ribeiro, G., 1998:240). Como experiencia subjetiva y objetiva, es una dinámica...
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