Relato de un suicidio
No voy a relatar todo...No hay tiempo para eso... Empezare cuando comenzaron mis mayores dolores...
Iba en 3º de secundaria, como cualquier chico tenia un par de amigos y un colegio normal. Siendo franco, el colegio era elúnico lugar en donde podía estar tranquilo... creo que era el hecho de que podía estar solo sin tener el miedo de que alguien me viera llorando.
En fin... Una vida, que se aparentaba a los demás como normal y que nadie se daba cuenta de cómo estaba sufriendo, pero en cambio todos veían lo perfecta que era, y que cualquier niño de 17 años deseaba: Era hijo del empresario mas poderoso de Japón yparte del medio oriente, contaba con una pequeña fortuna para gastos “diarios”, asistía al instituto mas prestigioso de Japón, era codiciado por todas las chicas y chicos de todo el mundo, vivía en una casa de 300 metros², contaba con un auto propio y con su respectiva licencia y por ser el único hijo de mi padre cuando este muriera heredaría todo lo que este posee.
Ustedes se preguntaran: Sitengo todo esto ¿Por qué estaba sufriendo tanto?
Por que les acabo de narrar como veían a mi “familia” (si es que se le puede llamar asi) desde afuera. Pero... la realidad era otra...
Debo ser sincero y decir que no toda mi vida fue cruel, si no fue después de que se murió mi hermana pequeña... Y fue cuando yo tenía 10 años y mi hermanita Hazuki tenía apenas 5 años. Yo volvía del colegio cuando meencuentro a mi madre llorando...
-Tu hermana...-Me decía entre sollozos mientras se abrazaba a una prenda de mi hermana- Tu hermana desapareció...No está por ninguna parte, en la guardería me dijeron que un joven había ido a buscarla fingiendo ser su tío... Engaño a todos y se la llevó...Y no se ha sabido nada de ella. ..
Mientras narraba mi madre sobre como mi hermana no estaba, mis lagrimasestaban esparcidas por toda mi cara, esperaba que alguien me dijera que era una broma y que Hazuki se abalanzara contra mí y se riera de lo tonto que había sido...
Pero nada de eso llegó... Mi padre llegó rojo y con cara de furia, me miró llorando y me dijo con su tono tan fuerte y claramente sin signo de pena.
-Takanori los hombres no lloran...
Me dieron ganas de golpearlo y gritarle que eraestupido pensar de que si lloraba o no.
-No me molestes- Le respondí- Mi hermana desapareció y
¿Me pides que no llore? Mejor ocúpate de esto.
Me sorprendo yo mismo de que a pesar de mi corta edad en ese entonces le dijera algo con tanta potencia. El solo me miró y se dió vuelta a hablar con un policía.
Nos esperábamos que mandaran cartas pidiendo rescates, amenazas o algo a cambio por mihermana. Pero nada de eso llegó y nos hacia temer lo peor. Nuestra angustia duró 2 semanas... Obviamente no fui al instituto, en contra de lo que deseaban mis padres, y un día un detective llega a la casa con un sobre... Me miro desconfiado.
-¿Quiere que el niño escuche lo que tengo que decirles?
-¡Da lo mismo él! Yo quiero saber por mi hija.
Meditó unos instantes sus palabras y su noticia fue...
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