Relato Lengua

Queridos Reyes Magos:
Me llamo Emily y tengo 8 años. Vivo en África en un pequeño pueblo al Norte de Etiopía muy pobre. Mi padre murió este año, se puso muy enfermo a causa de una picadura de mosquito y como aquí no tenemos medicamentos que lo curan todo al cabo de una semana falleció. Lo pasamos todos muy mal los primeros días, ahora lo vamos asumiendo poco a poco. Él era el que recibía unpequeño salario al dar clases en un colegio a 1 km de aquí. Gracias a ese pequeño dinerillo podíamos comer los 8. Ahora que él no esta no tenemos recursos para comprar comida, no comemos apenas nada al día, como mucho un pequeño plato de arroz.
Este año me he portado muy bien y he sido buena. He ayudado a mi madre con las tareas de casa y he cuidado a mis 5 hermanos, dándoles de comer, llevándolosal río a bañarse, al colegio. Yo no soy como otros niños de otros países que piden juguetes, consolas, videojuegos, ropa, etc. Yo estas Navidades solo quiero pediros algo de comida para poder mantenernos por lo menos este año. Quiero salud para toda mi familia ya que son lo más importante para mí. Que mis hermanos puedan seguir teniendo una educación para que en un futuro puedan irse a vivira un país con más recursos que este y que mi madre y yo podamos seguir cuidando de la casa sin caer enfermas.
Un abrazo y que tengáis buen viaje, Emily.
Por fin, ya había terminado la carta, era 3 de Enero quedaban solo dos días para que viesen los Reyes Magos. Hoy venía el cartero así que tenía que salir a la calle a dársela. Venía dos veces al mes, había que aprovecharlo. Aquí no tenemosordenadores, no podemos comunicarnos por e-mail, tampoco tenemos teléfonos ni móviles. Las cartas son el único medio de comunicación. Ojala los Reyes la leyesen y me trajesen todo lo que había pedido, sería un gran sueño para mí.
En Oriente no paraban de llegar cartas. Melchor, Gaspar y Baltasar con sus pajes ya estaban cargando los camellos, cargados de alegría y juguetes para todos los niños delmundo.
Las últimas cartas llegaron. Una tras otra las iban leyendo rápidamente. Llegó la de Emily, la cara de asombro de Gaspar lo decía todo.
-¡Melchor, Baltasar, venid a ver esto! Gritó.
Y los dos reyes acudieron corriendo al sitio donde se encontraba su compañero.
-Leed esta carta, por favor. Merece la pena.
Cinco minutos más tarde los tres Reyes Magos ya sabían a donde ir primero, a África.Al pequeño pueblecillo de Emily donde parecía que solo conocían la pobreza. La meta principal que ellos tenían era repartir felicidad y sabían que este año lo iban a conseguir.
Había llegado el día que todos esperaban, tras un año de preparativos ya era 5 de Enero. Lo último que cargaron en sus camellos fue mucha comida y agua. Emprendieron el viaje de madrugada para llegar a tiempo a repartirtodos los regalos.
La estrella fugaz era su GPS. ¡A ‘África’ gritó Baltasar. Y esta pequeña lucecita brillante les guió hacia el destino que ellos deseaban.
Llegaron allí. Barro, casas sin tejado, gente durmiendo en la calle, niños casi moribundos, delgados, sucios, aquello daba un aspecto escalofriante. Estaban orgullosos de ayudar a gente tan necesitada. Menos mal que al menos una persona deaquel pueblo tenía esperanza de salir de la pobreza.
Buscaron la casita de Emily. La encontraron al cabo de un rato, todas eran iguales, imposible de diferenciar, hechas con palos y barro. Consiguieron saber cual era porque era la única en el pueblo que tenía en la puerta tres cuencos con agua para los camellos y tres platos con un poquito de arroz para los tres Reyes Magos.
Estos decidierondejarle al lado de toda la comida y el agua que le habían dejado una carta. Esta decía:
Querida Emily:
Recibimos tu carta un día antes de salir a repartir felicidad por todo el mundo. Nos sorprendió mucho ya que no era una carta como todas, en las que pedían juguetes para poder entretenerse y cosas que a lo mejor no eran tan necesarias como las que nos pedías tú. Aquí te hemos dejado saco de comida...