Relato
Cuarenta y nueve niños y treinta adultos muertos, y más de un centenar de heridos dejó la explosión de un cilindro bomba lanzado por la guerrilla de las FARC el dos de Mayo de dos mil dos. Hace trece años ésta noticia le daba la vuelta al mundo, fue la tragedia de Bojayá, un Municipio en el Departamento del Chocó.
Nos acercamos a éste Municipio a finales del mes de Octubre del año 2013 cuatropersonas pertenecientes al grupo tres del equipo general de campo dedicado en ése momento a la realización de la toma de Muestra de la ENSAB IV. La llegada a éste Municipio la realizamos por la Capital del Departamento, Quibdó; existían dos formas de llegar por el mismo, la primera era volar en una avioneta con capacidad para siete personas, la cual partía del aeropuerto El Caraño de Quibdó yaterrizaba en la pista del Municipio de Vigía el Fuerte perteneciente al Departamento de Antioquia a diez minutos de Bojaya en embarcaciones pequeñas de motor existentes en ésta zona. Éste vuelo demoraba quince minutos por lo cual fue la opción que planeamos tomar.
Llegamos al Aeropuerto El Caraño de Quibdó, a la una de la tarde como lo habíamos acordado con la empresa que nos prestaría el serviciode vuelo, encontramos al despachador y nos dio algunas indicaciones. Después de esperar tres horas la avioneta que venía (según ellos) desde Medellín nos tocó salir de allí debido al incumplimiento y dirigirnos al puerto de Quibdó para negociar y contratar una lancha rápida motor 400, que nos llevaría por un tiempo de cuatro horas por el río Atrato hasta Bojayá. Nos embarcamos en ésta lancha,sabiendo de los peligros que existen por dicho río, no solamente por su caudal sino por la complejidad en orden público que un lugar como este, metido en la selva húmeda y espesa nos puede mostrar.
Quince minutos después de arrancar tuvimos que realizar nuestra primera parada sobre el agua, se trataba de una inspección juiciosa a nuestro equipaje y material de trabajo por parte del ejército y unatoma de datos seguida de algunas preguntas de rutina que fueron anotadas en un libro corroído por la humedad y la manipulación. Con el visto bueno de los militares proseguimos nuestro viaje, metiéndonos cada minuto en un ecosistema que para todos hasta el momento era desconocido y que nos deslumbraba por su belleza como por su inclemencia. Los caseríos que podíamos ver colindando con el río desde laembarcación dejaban ver la pobreza e incomodidad de las gentes de éste Departamento. Dos horas de camino y otro reten, ésta vez anunciado por una luz de linterna que nos apunto a la lancha, haciendo un movimiento de arriba abajo en señal de pare, no puedo asegurar que haya sido por parte de servidores públicos, pero la rutina fue la misma, preguntas y chequeo de todas las maletas y cajas con lasque contábamos. Proseguimos nuestro viaje, extasiándonos con la grandeza de la creación y desilusionándonos con la intervención del hombre en la misma (minas, talas, contaminación).
Nuestro arribo a Bojayá se dio a las seis y treinta de la tarde de ése día, cuando el sol ya se escondía y se avecinaba la noche, una noche a la cual le guardábamos el respeto y el temor que merece al estar akilómetros de civilización y conociendo lo hostil que se podría presentar si algo llegase a ocurrir. Nos ubicamos en un hotel construido sobre el agua y rodeado de barcas y canoas en donde nos dispusimos a descansar.
Nos levantamos temprano para poder organizar nuestro aspecto y nuestros trabajo, eran las siete de la mañana del siguiente día, mañana en la que nos dispusimos a ubicar los segmentoscorrespondientes a la muestra que nos había sido dada desde Bogotá. Al hacer un recorrido por el Municipio, no hallamos los segmentos, se nos hacía rara la cartografía que teníamos puesto que no coincidía geográficamente con ninguno de las manzanas y segmentos vistos en campo. Al ir al encuentro de una autoridad para poder solucionar nuestra inquietud pudimos darnos cuenta que dichos segmentos...
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