Relatoria

Un tema muy escabroso como lo son los derechos del hombre y en particular y en lo que nos concierne, la libertad de investigación científica, que se ha convertido para esta época en un baluarte de controversia y opinión, como lo era antes, por lo menos en algunos países.
Épocas de reacción revolucionaria contra modelos de pensamientos clasicistas, rompiendo cadenas dogmáticas y de tradicionesestereotipadas, imponiendo lo que siglos después se conocería como el Siglo de las Luces. Siglo XVIII, donde el hombre cambia su manera sentir y concebir su entorno y lo que sucede en el mismo, disipando las tinieblas y dogmas de una única verdad- la verdad relevada- e imponiendo las luces de la razón- la verdad filosófica-.
Libertad propiamente dicha como un derecho complejo en donde actúan y sedesarrollan múltiples figuras desde el ser personal, la sociedad y el Estado, en actividades de fomento a la actividad científica y en el goce de la misma.
La doctora expresa la importancia de que el derecho a la libertad de investigación científica sea positivisado y no ser una facultad más de otros derechos, ya que el derecho a la libertad de investigación científica requiere de proteccionesjurídicas muy distintas a las que derechos como la libertad de expresión, de prensa, o de pensamiento pueda otorgarle.
La doctora Marcela Ahumada, nos desglosa el acto y en él los actores que tuvieron rol en la escena. Escena de altos, bajos y pésimos momentos. Sus explicaciones sobre como el tránsito a la modernidad ha llevado al hombre a reivindicarse no solo con su entorno sino prestandoatención en el mismo, es de importancia en el marco de aquello que grandes filósofos llamaron la humanización del hombre.
Humanización manifestada en su reivindicación intelectual, esta llevada a cabo a través de la educación y como la manifiesta la doctora Marcela, desprendiendo todo dogma, mito y autoridad política, religiosa e intelectual, imponiendo sobre estas la razón. Ella haciendo análisis deesta temática y como es recibida por ortodoxos católicos, con quienes los pensadores e ilustradores de esa época tuvieron múltiples discrepancias, en los que destaca a Giordano Bruno, Galileo Galilei y Tommaso Campanella, quienes potaron en alto el estandarte de la libertad científica, aun cuando esta les haya valido la vida misma. Secundando este análisis, la ciencia, la investigación y la cátedradeben ser libres. Destacando la importancia de separar la universidad, claustro del saber, recinto del pensamiento, fuente de la creación científica y formación humana, de los centros superiores de investigación científica, citando a pensadores como Alexander von Humboldt quien plantea este hecho como necesario y así mantener la intervención mínima del Estado ante su entorpecedora ingerencia.Hablando de cómo la libertad y la no censura, se ha vuelto un baluarte de controversia y opinión, vemos como hoy, siglo XXI, en donde hablamos de modernidad y de un supuesto quebrantamiento de dogmas y de restricciones autoritarias, nos damos cuenta que en países regidos por regímenes autoritarios, aristocráticos, hablar de libertad y de no censura es irrisorio, cómico y resulta hasta ridículo. Sesabe que hablar de Cuba es casi sinónimo de polémica. Hay quienes defienden al régimen socialista por sobre todas las cosas y están los que atacan cualquier iniciativa que surja desde allí.
Muchos intelectuales afirman que después de haberse realizado exhaustivos análisis “públicos” del período “gris” de la reciente historia cubana, se respira en Cuba el aliento de la re-pavonización.Quisiera aclarar que no pretendemos atribuir responsabilidades universales a ninguna persona o institución en específico por dichas intenciones, pero si dar fe de un clima de incremento del control burocrático-autoritario y de obstrucción de iniciativas sociales, donde cada uno de ellos recuerda algunas conocidas prácticas de la década del ´70, en donde a manera de ejemplo queremos citar algunas:...