Relatos Aborígenes
José Quintero Weir
Dicen los indígenas que, cuando los primeros hicieron el mundo sedieron cuenta de lo bueno de la memoria. De allí que decidieron repartirla entre los hombres porque ella es como un espejo que ayuda a entender el presente y que promete el futuro. Entonces, losprimeros, en una totuma como medida, dieron a todos los hombres y mujeres del mundo a beber de la memoria. Pero como unos eran más grandes que otros, la medida de la memoria no se veía igual en todos.Así, los más pequeños brillaban mientras que los más grandes se opacaban. Por eso, dijeron los primeros, la memoria es más grande y fuerte en los pequeños y muy difícil de encontrar en los engrandecidospoderosos. Es por eso que los ancianos se hacen cada vez más pequeños mientras más envejecen. Su labor es hacer brillar la memoria de la comunidad hasta convertirla en dignidad, que es la memoria vivade un pueblo.
Primera historia:
La “extraña” muerte de los waraos.
Los hechos suceden en el extremo oriental de Venezuela. La “extraña” muerte de cerca de cuarenta indígenas waraos en laregión del Delta del Orinoco es denunciada por indígenas, ahora integrados al socialismo del siglo XXI como miembros de los llamados Consejos Comunales Oficiales, obligan a que la diputada del gobiernocomo representante de ese mismo estado, Herminia Yánez, tenga la bondad de viajar desde Caracas a visitar su propia región para descubrir: ¡Oh qué horror! ¡Es verdad, los waraos se están muriendo! Y,como buena diputada socialista que es, de inmediato exige a la fiscalía del misterio público iniciar una exhaustiva investigación pues, las causas de las muertes son totalmente desconocidas. Se rumora,dicen por los caminos de la Asamblea Nacional del Partido de Gobierno que, se trata de una especie de mal provocado por indescriptibles vampiros de la selva, aunque no se descarta (nosotros tampoco...
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