religion
¿Sudor?, ¡que va!, ni sudor quedaba en ese cuerpo flaco y seco, aunque contaba solamente treinta y siete primaveras y otros tantos inviernos; y de losdientes ni hablar, que fueron su dolor por años por no haber dentistas, hospital o valor para ir al pueblo a curar esa boca llena de nadas o a la mitad de algo, teñidos con el ocre y negro del tabacobarato y del papel de fumar.
De pronto, una nube de polvo se levantó haciendo un remolino a lo lejos, en el camino. - ¡Satanás, diablos y demonios! – dijo para si y oteó lo más lejos que pudo,aguzando el olfato por si se sentía olor a azufre, temiendo que fuera la luz mala. A lo lejos y bien pequeña, se veía a una persona caminando hacia él; era una mujer que mientras caminaba se iba desnudando;cuando estuvo casi a su frente, se dio cuenta de la belleza que portaba, su cuerpo armónico y sensual, que pese a lo insólito de la situación, igual lo dejó excitado y deslumbrado.
Ella tenía unamanzana roja y brillante en una de sus manos y con la otra comenzó a acariciarse los pechos. Con los ojos lo invitaba a hacer el amor y sus labios brillantes le incitaban a besarla, a poseerla yrecostándose sobre la hierba fresca, bien al borde del agua y abriendo sus piernas le mostró el camino del placer acomodándose de espaldas, esperándolo para ser penetrada. Su corazón estaba a punto deestallar, la tentación era tremenda y sacando fuerzas desde lo más íntimo de sus fibras religiosas le dijo en voz alta: - ¡ándate de acá Satanás! - mientras le mostraba un crucifijo hecho en Palo Santo...
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