Religion
JUAN JOSÉ TAMAYO
Director de la Cátedra de teología y Ciencias de las religiones Ignacio Ellacuría
Universidad Carlos III de Madrid
1. Inmersos en la cultura de los derechos humanos y en su permanente transgresión
Vivimos inmersos en la cultura de los derechos humanos, una cultura que suele considerarseuniversal tanto en su fundamentación y su contenido como en su desarrollo normativo. Es una cultura de consenso que apenas tiene detractores, aunque sí críticos de su formulación conceptual, su regulación jurídica y su aplicación a veces selectivamente excluyente.
A su vez vivimos inmersos en una cultura que transgrede los derechos humanos de manera sistemática, no sólo en el plano individual,sino también, y de manera muy acusada, en el estructural e institucional, a veces con el silencio -¿cómplice?- e incluso con la colaboración necesaria de los organismos nacionales, regionales e internacionales encargados de velar por su cumplimiento, la mayoría de las veces para proteger intereses del Imperio y de las empresas multinacionales bajo el paraguas de la globalización neoliberal. Parecieraque los derechos humanos fueran todavía la asignatura pendiente o, en palabras de José Saramago, la utopía del siglo XXI.
El neoliberalismo niega toda fundamentación antropológica de los derechos humanos, los priva de su universalidad, que se convierte en mera retórica tras la que se esconde la defensa de sus intereses, y establece una base y una lógica puramente económicas para suejercicio, la de la propiedad, la de acumulación, de la propiedad, del poder adquisitivo. En la cultura neoliberación los derechos humanos tienden a reducirse de propiedad. Sólo quienes son propietarios, quienes detentan el poder económico, son sujetos de derechos.
Para que los derechos humanos dejen de ser esa asignatura pendiente, no pueden formularse ni construirse en abstracto e intemporalmente,sino que deben ubicarse en una temporalidad concreta. Eso es lo constitutivo de una concepción sociológico-jurídica de los derechos humanos A su vez, tienen que ser re-interpretados constantemente atendiendo a cada contexto histórico. Y el contexto en que han de ser reformulados y interpretados hoy es, por una parte, el de la globalización neoliberal de la economía y de la técnica, que es unaglobalización excluyente, y el de la fragmentación social y cultural de la ciudadanía, y, por otra, el de la interculturalidad y Del pluralismo religioso, que abre el horizonte y el contenido de los derechos humanos a los distintos escenarios culturales y religiosos, y no sólo al escenario de la cultura occidental y del cristianismo, la religión mayoritaria en ese escenario.
2. Cuestionamiento de lasecularización y retorno de la religión
La relación entre religiones y derechos humanos ha sido siempre conflictiva. Ocupadas como han estado, y siguen estando, las religiones en la defensa de los derechos divinos, apenas prestaban atención a los derechos humanos. Y cuando lo hacían era para supeditarlos, e incluso para oponerlos, a los derechos divinos. En caso de conflicto entre ambosderechos, generalmente solían predominar los derechos absolutos de Dios sobre los derechos limitados de los seres humanos, la Verdad de Dios sobre la de los hombres, la Palabra de Dios por encima de la ciencia, de la razón, de la lógica humana. Los casos más llamativos son las condenas de la Inquisición y los métodos empleados.
¿Qué papel juegan las religiones en la reformulación y resignificaciónde los derechos humanos dentro del actual pluralismo religioso y cultural.
3. Retorno de las religiones contra todo pronóstico
Empecemos por decir que el interés actual por la relación, la mayoría de las veces conflictiva, entre derechos humanos y religiones viene motivado de manera especial por un fenómeno nuevo: el despertar de las religiones, el retorno de las diosas y de los dioses o,...
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