REligion

Querido Siriaco María Sancha:

Es grato decir la dicha que sentimos de haber tenido el honor de un cardenal como usted lo fue, porque aun es recordado con fervor y admiración porquedejo un legado firme e incuestionable, por lo cual fue reconocido como “siervo de Dios” por sus grandes virtudes heroicas que hicieron la gran diferencia en el mundo y en la vida de muchaspersonas.
Durante toda su vida la dedico a entregarle a los más necesitados y a vivir en la presencia de Dios, nos entusiasmamos de poder contar y revivir sus obras, fruto de su amor alos más necesitados de este mundo. Si bien es cierto que su testimonio es de fe y que a inspirado a muchas personas pero a la vez la humanidad crece y cambia y siguen existiendo muchaspersonas necesitadas de sus palabras, de sus valores y de su ejemplo como bien lo conocemos ya que muchas practicas irresponsables señalan el desorden que tiene la humanidad, queremos queindiques el buen camino a seguir para superarlo, motívanos a vivir con autenticidad en nuestras obras al igual como lo hiciste. No es memorable mencionar sobre todo la poca humildad en laactualidad, en cuanto usted tuvo una personalidad enormemente bendecida por Dios y su sencillez era innata en su alma y en su amor por los más necesitados, los ancianos, los enfermos, losinválidos, los niños pobres donde veías reflejado a Jesucristo. Pedimos que sigas llenando personas e induciéndoles por el buen camino, cosechando frutos del amor que nos tuviste.
Dios nos habendecido con una figura excepcional y al mismo tiempo sencilla y humilde, esperamos un autentico modelo en el amor a Dios, al pobre y al a iglesia. Su ejemplo sigue viviendo hoy ensingular actualidad como un regalo de Dios.


Sabrina Almonte.