religion

Como abogado, sé que en un tribunal ¡un testigo de “oídas” no es testigo! Sólo puede serlo quien ha visto u oído directamente, que haya estado en el lugar de los hechos. Esto lo digo porque hacealgunos días tuve la oportunidad de saborear una gran experiencia de fe: estar en un retiro organizado por el Curso de Espiritualidad Bíblico para Hombres y Mujeres (CEBHYM). Había ahí alrededor de 500jóvenes, entre participantes y servidores. Un mar de juventud. En algunas de las caras se notaba esa rara expresión de “estarse ahogando”, por no saber cómo vivir ni qué es lo que implica ser cristiano,pero ahí estaban algunos con rostro de curiosidad por saber qué es lo que iba a pasar allí, pues mucho se oye hablar de los retiros del CEBHYM. Otros estaban allí con cara de indiferencia, y algunosmás, inquietos, tal vez porque su llegada al retiro parecía algo así como obligada; pero en fin, como quiera que haya sido, ahí estaban.Inició el retiro, y aunque fueron pasando las horas, ¡parecía quenada pasaba! De pronto, después de algún tiempo, ¡algo diferente estaba ocurriendo! No cabía duda: ¡El Espíritu de Dios se hacía presente, de manera que las letras del alfabeto no alcanzan paradescribir tal experiencia de fe! ¡Era el paso de Dios por la vidas de los que estaban ahí congregados! Dios “tocaba” con suavidad sus vidas y se podría decir que comenzó a llamar a cada cual por su nombre,a mirar a cada uno de los jóvenes a los ojos, pues ahí estaban ellos (los jóvenes), uno a uno ante Jesús el Cristo, en su misterio de sacramentado. Las expresiones de arrepentimiento, de perdón, degritar “ayuda”, acompañada a veces de lágrimas, era signo de un “sí” de cada joven a la invitación de Dios, que no sonaba como obligado, sino transformador, por amor al Amor. Mientras eso sucedía, erainevitable recordar muchos pasajes bíblicos de conversión; que suenan a veces “lejanos” a nuestras vidas, cuando no se ha tenido la oportunidad de experimentar la conversión a 2, 3 o 4 metros de...