religion

En su capítulo sobre El Evangelio, el profesor Fullat (1994, p.52) retoma un texto escrito por McIntyre, tomado de su Historia de la Ética. En tal texto, el filósofo escocés señala que enel corazón de la ética cristiana pervive una profunda contradicción. Mientras el cristianismo original estaba pensado para ser practicado por pequeñas comunidades que debían responder, de unau otra manera, al llamado evangélico de estar en el mundo sin ser del mundo, intenta proponer un código para toda la sociedad.
En aquella época se pensaba que el mundo se iba a acabar deun momento a otro, que el fin de los tiempos era inminente y que, para estar preparados, lo mejor era agruparse en comunidades ejemplares capaces de estar listas para el advenimiento delReino de los Cielos que podría darse en cualquier instante. De acuerdo a McIntyre,
Esto es verdad tanto para la ética de Jesús como para la ética de San Pablo. Ambos predicaron una éticaideada para el corto periodo intermedio antes de que Dios inaugurara finalmente el reino mesiánico y la historia llegara a una conclusión.
Dado que el fin de los tiempos y el advenimiento delReino de los Cielos no se dieron en las fechas esperadas, pero el cristianismo no sólo ha sobrevivido sino que, además, se ha ampliado enormemente,
(…) no es sorprendente que, en cuanto hadefendido creencias morales y elaborado conceptos morales para la vida humana ordinaria, el cristianismo se ha contentado con aceptar esquemas conceptuales ajenos.
Esto significaría que,en la práctica, el cristianismo corre un gran riesgo: los valores, las exigencias y los ideales propios del Evangelio (sintetizando con este término también el Antiguo Testamento, pero leídoa la luz del Nuevo Testamento) tenderían a verse opacados -o totalmente sepultados- por parte de los códigos morales propios de las culturas al interior de las cuales se desarrolla.