religion
2. Ya anteriormente hemos puesto de relieve que Jesucristo hablaba a menudo de sí, utilizando elapelativo de 'Hijo del hombre' (Cfr. Mt 16, 28; Mc 2, 28). Dicho título estaba vinculado a la tradición mesiánica del Antiguo Testamento, y al mismo tiempo, respondía a aquella 'pedagogía de la fe', a la que Jesús recurría voluntariamente. En efecto, deseaba que sus discípulos y los que le escuchaban llegasen por sí solos al descubrimiento de que 'el Hijo del hombre' era al mismo tiempo el verdaderoHijo de Dios. De ello tenemos una demostración muy significativa en la profesión de Simón Pedro, hecha en los alrededores de Cesarea de Filipo, a la que nos hemos referido en las catequesis anteriores. Jesús provoca a los Apóstoles con preguntas, y cuando Pedro llega al reconocimiento explícito de su identidad divina, confirma su testimonio llamándolo 'bienaventurado tú, porque no es la carne nila sangre quien esto te ha revelado sino mi Padre' (Cfr. Mt 16, 17). Es el Padre, el que da testimonio del Hijo, porque sólo El conoce al Hijo (Cfr. Mt 11, 27).
3. Sin embargo, a pesar de la discreción con que Jesús actuaba aplicando ese principio pedagógico de que se ha hablado, la verdad de su filiación divina se iba haciendo cada vez más patente, debido a lo que El decía y especialmente a loque hacía. Pero si para unos esto constituía objeto de fe, para otros era causa de contradicción y de acusación. Esto se manifestó de forma definitiva durante el proceso ante el Sanedrín. Narra el Evangelio de Marcos: 'El Pontífice le preguntó y dijo: ¿Eres tú el Mesías, el Hijo del Bendito? Jesús dijo: Yo soy, y veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del Poder y venir sobre las nubes delcielo' (Mc 14, 61-62). En el Evangelio de Lucas la pregunta se formula así: 'Luego, ¿eres tú el Hijo de Dios. Díjoles: vosotros lo decís, yo soy' (Lc 22, 70).
4. La reacción de los presentes es concorde: 'Ha blasfemado... Acabáis de oír la blasfemia... Reo es de muerte' (Mt 26, 65-66). Esta exclamación es, por decirlo así, fruto de una interpretación material de la ley antigua.
Efectivamente, leemosen el Libro del Levítico: 'Quien blasfemare el nombre de Yahvéh será castigado con la muerte; toda a asamblea lo lapidará' (Lev 24, 16). Jesús de Nazaret, que ante los representantes oficiales del Antiguo Testamento declara ser el verdadero Hijo de Dios, pronuncia (según la convicción de ellos) una blasfemia. Por eso 'reo es de muerte', y la condena se ejecuta, si bien no con la lapidación segúnla disciplina veterotestamentaria, sino con la crucifixión, de acuerdo con la legislación romana. Llamarse a sí mismo 'Hijo de Dios' quería decir 'hacerse Dios' (Cfr. Jn 10, 33), lo que suscitaba una protesta radical por parte de los custodios del monoteísmo del Antiguo Testamento.
5. Lo que al final se llevó a cabo en el proceso intentado contra Jesús, en realidad había sido ya antes objeto de...
Regístrate para leer el documento completo.