Reloj fluido herido

“Reloj fluido herido”

En una ciudad la gente era muy frenética. Todos se levantaban temprano porque tenían que ir al trabajo: tomaban el coche y embocaban velozmente e impacientemente eltráfico de la ciudad, que se movía lento. Incluso los niños estaban siempre de prisa: tenían que comer el desajuno de prisa, vestirse de prisa, ir a la escuela de prisa, comer de prisa para ir en piscinade prisa... Parecía estar en una batidora: las personan pasaban una al lado de la otra, pero sin mirarse ni hablar entre ellas. Nadie tenía tiempo para nada. La ciudad lleguó a ser gris porque loscolores, los flores y los árboles no querían estar en ella: de echo nadie tenía el tiempo para admirarlos. El tiempo, que miraba los ciudadanos sin dejarse ver, era muy triste porque nadíe queríahospedarlo: se fue de la ciudad, con pena.
Un día un señor esatba esperando el autobus en en centro y se dió cuenta que de todas las personas que conocía, nadie de ellos era un amigo suyo, porque enrealidad de ellos conocía solamente el nombre, sin saber nada sobre su vida, sus pasiones y lo que les gustaba. No habían nunca tenido tiempo para hablar y conocerse.
El señor decidió haceralgo para remediar a este error terrible. Reunió un grupo de niños que estaban jugando en un parque, porque sus padres eran demasiado ocupados para cuidarse de ellos. Tan pronto como él se acercó a ellosy empezó hablar, los niños interrumpieron sus juegos: eran maravillados porque era la primera vez que alguien se separaba de su frenética actividad para hablar con alguien.
«Estoy seguro – dijo elseñor – que vosotros queréis ayudarme»
Los niños eran curiosisimos.
«¡Si!» respondieron. El señor contó a los niños lo que había pensado.
«Entonces, tenemos que recobrar el tiempo perdido.»Buscaron durante mucho tiempo, en todos los barrios, en todos los parques, en todas las calles de la ciudad, sin encontrar nada. El tiempo era desaparecido. Los niños y el señor no se desanimaron y...