Rem Koolhaas
Rem Koolhaas.
Delirious New York (fragmentos).
The Monacelli Press, New York, 1994.
3 Rem Koolhaas.
Bigness o el problema de la gran dimensión.
1994. Reproducido en S, M, L, XL. The Monacelli Press, 1996, pp. 494.
8 Rem Koolhaas.
¿Qué le pasó al urbanismo?
1994. Reproducido en S, M, L, XL. The Monacelli Press, 1996, pp. 958-971.
14 Rem Koolhaas.
La ciudadgenérica.
1994. Reproducido en S, M, L, XL. The Monacelli Press, 1996, pp. 1239.
17 Jeffrey Kipnis.
Hacia una Nueva Arquitectura.
En Architecture and Science, Londres, Wiley and Sons, 2001.
30 Michael Speaks.
Está más allá… Las limitaciones formalistas de la vanguardia norteamericana.
1997. Reproducido en Architecture and Science, Londres, Wiley and Sons, 2001.
35 Michael Speaks.
Doshistorias de la Vanguardia.
www.archilab.org/public/2000/catalog
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H3 - Taller Rigotti 2005. Biblioteca de textos Tomo 5
Arq. A. M. Rigotti - Arq. E. Heredia - Arq. M. Borgatello - Arq. D. Cattaneo
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Rem Koolhaas
Delirious New York
The Monacelli Press, New York, 1994.
Traducción: A. M. R.
INTRODUCCIÓN
Filósofos y filólogos deberían preocuparse en primer lugar de lametafísica poética; eso es la ciencia que busca las pruebas no en el mundo exterior sino en las modificaciones de la mente que median en él. Desde que el mundo de las naciones está hecho por los hombres, es dentro de su mente que estos principios deben ser buscados. Giambatista Vico, Principios de una nueva ciencia, 1759 ¿Para qué tenemos una mente sino para hacernos un camino? Fyodor DostoyevskyManifiesto ¿Cómo escribir un manifiesto en una era disgustada con ellos? La debilidad fatal de los manifiestos es su carencia de evidencia. El problema de Manhattan es el opuesto: es una montaña de evidencia sin un manifiesto. Este libro ha sido concebido con la intersección de estas dos observaciones: es un manifiesto retroactivo para Manhattan. Manhattan es la piedra de la roseta del siglo XX. Nosólo grandes partes de su superficie están ocupadas por mutaciones arquitectónicas (Central Park, el rascacielos), fragmentos utópicos (Rockefeller Center, el edificio de Naciones Unidas) y fenómenos irracionales (Radio City Music Hall), sino que cada manzana está cubierta por varias capas de arquitectura fantasmal en las forma de ocupaciones previas, proyectos aborta3
dos y fantasías popularesque proveen de imágenes alternativas al Nueva York que existe. Especialmente entre 1890 y 1940 una nueva cultura (¿la era de la máquina?) seleccionó a Manhattan como un laboratorio: una isla mítica donde la invención y la puesta a prueba de un modo de vida metropolitano y su correspondiente arquitectura, podía ser conseguida como un experimento colectivo en el cual la ciudad toda se convertiría enuna fábrica de experiencias hecha por la mano del hombre, donde lo real y lo natural dejaban de existir. Este libro es una interpretación de esa Manhattan; da a sus aparentemente discontinuos -hasta irreconciliables- episodios un nivel de consistencia y coherencia, una interpretación que procura dejar sentado que
Manhattan es el producto de una teoría no formulada, Manhattismo, cuyo programaexistir en un mundo totalmente fabricado por el hombre, es decir vivir dentro de la fantasíaera tan ambicioso que no podía ser enunciado abiertamente si pretendía ser realizado. Éxtasis Si Manhattan está todavía en búsqueda de una teoría, entonces esa teoría, una vez identificada, debe dar lugar a la fórmula de una arquitectura que sea al mismo tiempo ambiciosa y popular. Manhattan ha generado unaarquitectura sin vergüenzas, que debe ser amada en proporción directa a su desafiante falta de autoodio, debe ser respetada en el mismo grado en que fue demasiado lejos. Manhattan ha inspirado en sus espectadores un éxtasis consistente respecto a la arquitectura. A pesar de -o quizás a causa de- esto, sus logros e implicancias han sido persistentemente ignorados y aún suprimidos de la...
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