Renacida

RENACIDA
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María Elena Durán Muñoz













Dedicatoria


A mi hermana María Asunción
y a mi hijo Diego Alejandro,
quienes han sido mis piernas



Un agradecimiento especial a aquellos que me dieron ánimo, amor y esperanza, cuando el mundo se me movió.








I

Violencia Silenciosa


Se define como violencia, un acto o comportamiento deliberadoque puede provocar daños físicos o psíquicos al prójimo. Sin embargo, hay actos que no son deliberados, pero que claramente constituyen una afrenta, y, por lo tanto, violencia.

Estos actos los vemos a diario, cuando nos desplazamos en una silla de ruedas… gente que se le nota claramente que les molesta tener que dar la pasada o moverse del lugar en que están conversando, en medio de la calle oen un lugar por el que debamos pasar. No ofrezco disculpas a dichas personas; exijo a mi país (entero) que se eduque y que viva la teletón todos los días. Una vez al año, no sirve, solamente tranquiliza sus conciencias. Quizás es muy duro lo que estoy diciendo, es una lástima, pues creo que no merecen otra cosa.

Debo aclarar que soy minusválida ocasional o temporal, tras un grave atropello delque fui víctima, por otro mal educado que no respetó un paso de peatones y que por esa acción irresponsable e irrespetuosa, me condenó a estar meses, en una recuperación dolorosa y larga.

Soy mujer, hija, hermana, mamá, tía y profesora. Trabajo en un colegio, hago catequesis en mi parroquia, me gusta cocinar, uso los fines de semana para hacer las tareas del hogar y visitar a mis padres yfamilia parental, en pocas palabras, soy hiperactiva y vigente… o era, hasta mi accidente…Desde ese momento, me he preguntado internamente: “¿Y si este accidente me deja en esta situación por siempre o por un largo periodo, no podré seguir haciendo de mi vida lo que ha sido hasta ahora? ¿Cómo aprenderé a vivir sin mi vida?”.

Aunque no soy una persona buena para salir de carrete, de vez en cuandome gusta ir a visitar a mis amigas o salir a tomar algo con gente conocida. Ahora no se puede, si alguien te va a buscar tiene que ser alguien que tenga auto y que en su auto quepa una silla de ruedas (porque en mi auto no cabe); por lo tanto, en vista de que las incomodidades son tantas, es mejor no molestar a nadie y quedarse estático. Lamentablemente, perdemos, nuevamente un pedazo de nuestraesencia.

Cuando se inicia el proceso de la recuperación, en un momento tan crítico y lamentable, recibes a diario, muestras de lástima y compasión. Es tanta la gente que se reúne para visitarte, darte apoyo, cariño, incluso dinero, que sientes que realmente tienes una red de contención que te ayuda a enfrentar los momentos difíciles con una cuota de menor dolor (físico y espiritual). Pero, yapasada la primera impresión, cada cual vuelve a lo suyo y con los días, vienen las semanas y los meses en que te quedas sola. No tiene que ver con la preocupación o el desamor, sino con la facilidad con que el mundo está acostumbrado a moverse. Los que vamos quedando atrás, somos los más lentos o, definitivamente, los que no podemos movernos al paso vertiginoso que tiene la mayoría. Aquí llegamos aotro punto.

La mayoría es el común de la gente, la mayoría es, parece, la normalidad. Entonces, nos damos cuenta de que no estamos entre los “normales”, grave y dolorosa constatación de la realidad. Comprendemos que el mundo está diseñado para lo “normal”.

Un nuevo desafío, son las calles, la locomoción colectiva, los restaurantes e incluso, tu propia casa. Yo, no puedo vivir en mi casa.Debo estar, en donde me reciban con una infraestructura más o menos acorde a mi discapacidad. Quizás si esto es para siempre, deberé buscar casa nueva, quién lo sabe. Porque los diagnósticos médicos no son exactos, van variando a medida que nuestra recuperación se presenta. Depende de muchos factores (la edad, contextura, enfermedades pre- existentes, etc.).

Personalmente, creo que lo peor es...