repartija
LA CALLE
“Te falta calle”. Cuántas veces ha escuchado usted esa manida expresión, sobre todo cuando
por ingenuo ha sido sorprendido o lo han privado de algún bienpreciado. La expresión
mundana, equivalente a “tener cancha” o “tener esquina”, solo busca graficar la falta de
experiencia para desenvolverse en las distintas realidades de nuestra sociedad. En suma,la
sabiduría que le da la vida .
Y la calle, espacio urbano, longitud indefinida y solo interrumpida por calles, plazas, parques o –
por último– el campo, fue tomada esta semana por los jóvenes.En efecto, un indignado y
espontáneo colectivo detonado por la repartija en el Congreso y autoconvocado a través de las
redes sociales hizo dar marcha atrás a los legisladores que seguíanensimismados en sus
nocivos afanes.
La repartija, hija espuria de la matonería fujimorista y la candidez nacionalista, que convertía
nuestro Tribunal Constitucional en una casa de citas partidarias, despertótal indignación
ciudadana que desbordó los cauces tradicionales de expresión y generó una ola de protestas a
todo nivel. Claro, la calle es el lugar por excelencia donde los ciudadanos expresan suopinión
con libertad, y eso lo saben muy bien quienes tienen el encargo de gobernarnos.
Pero la calle también puede ser un lugar de encuentro y de masiva comunión. Esta semana, el
papa Franciscolideró en Brasil una jornada de fervor colectivo y de cara al cielo pidió a los
jóvenes: “Quiero que salgan a la calle a armar lío, quiero lío en las diócesis, quiero que se salga
fuera, quiero que laIglesia salga a la calle, quiero que la Iglesia abandone la mundanidad, la
comodidad y el clericalismo, que dejemos de estar encerrados en nosotros mismos”.
Después, se giró significativamente hacialos prelados que lo acompañaban y les dijo: “Que me
perdonen los obispos y los curas si los jóvenes les arman lío, pero ese es mi consejo”.
Ciertamente, ni en temas de fe ni en asuntos de interés...
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