reparto agrario
Las haciendas mantenían una economía mediocre, de subsistencia para lostrabajadores del campo e incluso para los hacendados.
Los anhelos agraristas incitaron a los tuxpenses a incorporarse a la revolución en las filas de las diferentes facciones. Los líderes proclamaban elderecho a la tierra incluida en la superficie de la mercedes originarias. En 1906 fue presentado a la Secretaría de Agricultura y Fomento un pliego solicitado la devolución del fundo original quedesde 1890 habían absorbido las haciendas.
En 1915 siendo presidente provisional de la República don Eulalio Gutiérrez, el núcleo promotor repitió el pliego petitorio haciendo referencia al de 1906.Pasaron tres años antes de recibir respuesta. Los gestores no desfallecieron y en 1918, después de aprobada la Constitución recibieron oficio donde se les decía que ya no era posible determinar ladevolución del fundo ni de las tierras parcelarias que se habían entregado a los indios cuando ellos existían, pero que en cambio se podía conceder dotación de terrenos para lo cual, si así se deseaba,enviaran a la Secretaría ciertas formas de solicitud que para caso les fueron enviadas para que las llenasen y firmaran cada uno de los interesados en forma individual.
Estas gestiones las conducíanlos líderes Juan N. Alcalá, como Presidente de la Mesa, Gregorio Soto como Secretario; J. Jesús Buenrostro, Remedios Rodríguez y Silverio Sánchez como vocales.
El acoso contra los aspirantes aejidatarios era incesante. Los terratenientes intrigaban, amenazaban mediante anónimos, insultos, premoniciones, amenazas de muerte que sembraron temor. Los solicitantes se armaron de valor, de coraje ydecisión, se atrevieron a firmar el pliego de documentos cuentan como escribe Roberto López en su Monografía, que Gregorio Soto fue el primero en hacerlo, su ejemplo fue seguido por los demás y con...
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