Repensando américa desde kush

Repensando desde América
 
“ nuestra solución no está en la conservación
 de lo que nos han dado, sino en lo contrario, la pérdida de ello,
a partir de ahí habrá que asumir la desgraciada responsabilidad
 de tener que empezar aquí en América todo de vuelta”[1]
Kush

Empezar todo de vuelta, re-empezar a pensar, aquí en Latinoamérica, todo de nuevo. Es una propuesta desafiante y puede queresulte descorazonador el reconocer la necesidad de una tarea de tal envergadura, pero tal vez sea lo único que nos queda como pensadores si es que deseamos, realmente, pensar por nosotros mismos (y no, meramente, repetir y variar sobre lo que otros han dicho). Este recomienzo puede que nos de el pie para llegar a hacer, desde el pensamiento, algo particular y revolucionario como hombres y mujereshistórico-geográficamente situados.
En primer lugar pensarlo todo de nuevo conlleva una ardua tarea de desacostumbramiento y olvido. Olvido tal vez no sólo de lo que pudimos pensar y hacer, sino incluso de aquello que soñamos ser. El olvido y el desacostumbramiento no son un tema nuevo en filosofía. Se trata de un paso fundamental para la creación de nuevas formas de vida, objetivo caro apensadores de diversos tiempos. Para crear procedimientos y técnicas propias, para pensar y vivir de otro modo que el heredado y estandarizado es necesario olvidar y desacostumbrarse. Tan arraigadas tenemos ciertas estructuras, tan impregnados estamos de la historia y la cultura que nos han inculcado que es necesario olvidar y desacostumbrarse, incluso negar , como decía decía Kush: “No niego laHistoria, niego tenga vigencia para mi”.
Como puede que hayan hecho los sabios griegos, sofistas, cínicos, estoicos, epicúreos..., desacostumbrarse y partir hacia nuevos rumbos; por el pensamiento, hacia otras formas de vida. Olvido entonces no de todos los conceptos y nociones, si, tal vez, de ciertos procedimientos y estructuras -impuestos o heredados- que condicionan el pensar desde laimpropiedad, olvido de aquello que no nos corresponde (no responde por nosotros),
no nos define ni nos identifica. Puede que haya en este olvido una fe siega en recordar. Olvidar ciertas cosas para recordar otras, forzar al pensamiento más allá de lo que hay y se acepta hoy como real o verdadero. Buscar en el olvido, otros modos de pensar dejados de lado, puestos en el olvido. Olvido y desacostumbramientoentonces, de lo que se ha naturalizado acríticamente como habitualidad en el pensar y el sentir para recordar lo propio.
Hay que tener en cuenta pues, que el occidental, el que hemos heredado, no es el único ni el mejor modo de pensar, y no es verdad -ni de lejos- aquello de que filosofía se hace y se dice sólo en griego o en alemán.

Al fin y al cabo, se trata desde América de pugnar por unpensar propio, singular y definitivamente característico de las particularidades y diferencias que nos definen. Así como existen diferencias entre modos -estructuras y procedimientos- en el pensamiento; diferencias que llevan a hablar de pensamiento filosófico o vulgar, oriental u occidental, peninsular o continental, antiguo, medieval o moderno, central o periférico, etc; se puede llegar a hablarde pensamiento latinoamericano como una de tantas formas y modos de tratar de pensar. Un pensamiento que si bien nacido a la “luz” del occidental, utilizando incluso un idioma como el castellano o el portugués, con gran cantidad de categorías y procedimientos heredados de otros lares, pueda expresar su particularidad.
Pensar desde Latinoamérica es un poco dar vuelta las cosas, bucear en lasprofundidades de los discursos, hender las palabras y manifestarles el trasfondo, el suelo metafísico para pensarlas de otro modo. ¿De otro modo de cuál? Obviamente, otro modo que el heredado, el transmitido, el que hay. Es decir, pensar de otro modo que el occidental moderno o contemporáneo. ¿Establecer -y reestablecer- las bases de un pensamiento latinoamericano; un pensamiento que determine las...