Reportaje

Muchos, lo daban por “imposible”, otros decían: “moriremos y no lo veremos”. Esto es lo que murmuran las personas de la comunidad de los Jardines de El Valle, sobre la edificación del templo de la Parroquia, San Antonio.
Familias enteras de esa comunidad tienen más de 30 años, aportando una colaboración mensual, para ver realizada una promesa que, hace apenas poco más de cuatro años, hanvisto solidificar. Otras interrumpieron ese pago porque se cansaron de echar en ese “barril sin fondo” sin que nadie le diera una respuesta. Este es el cuadro de la cimentación de la tan anhelada capilla de San Antonio de Padua.
“Yo, entrego mi diezmo a la iglesia, como lo manda Dios, mi conciencia tranquila está, allá aquellos que no le dieron el rumbo correcto a las limosnas… el Señor lespedirá cuentas”, manifestó Judith Anzola, de 73 años, sacristana del templo parroquial.
Este templo lleva más de 30 años en su construcción, de aquí que todos los oficios litúrgicos y religiosos de esta parroquia, se realizan en la capilla filial , ubicada El Valle y perteneciente a las Hermanas.
Estas hermanas religiosas, cedieron su capilla en calidad de “provisional” al Episcopado deCaracas, para que celebraran todos los actos religiosos, mientras se construía el templo de la Parroquia San Antonio de Padua y, sólo alegaron que mantuvieran el lugar en perfectas condiciones. Este convenio fue el 10 de Noviembre de 1978 donde a su vez la alcaldía le entregó en comodato al episcopado, un terreno de 600 Metros cuadrados, ubicado en la calle 9, para que se comenzara la edificacióndel templo.
Desde entonces, la comunidad se propuso a realizar infinidad de actividades tales como: rifas, vendimias, tómbolas, teatro, comidas entre otros, para recaudar fondos
que luego eran entregados al administrador de la parroquia, y éste a su vez le daba el rumbo según la necesidad inmediata.
En esto transcurrieron los años y nunca se vio en ese terreno ni siquiera un bloque productodel esfuerzo de esa comunidad.
Mientras tanto, las misas seguían celebrándose en la capilla de las hermanas y éstas ya cansadas de ver el deterioro de su templo, comenzaron a tratar mal tanto a la comunidad como a los sacerdotes.
Esta riña también tiene años y sólo han ganado el alejamiento de los fieles y las críticas nada buenas al respecto. A pesar de que se han dado algunosenfrentamientos, pero sin mayores consecuencias, con tamaña variedad en cuestiones de fe, se podría decir que esto es una zona caliente al estilo Jerusalén. En este sentido González Carrillo, de 66 años de edad y ama de llaves de la capilla , refirió que: “No entiendo esta guerra, son monjas y sacerdotes que tienen un mismo fin, trabajar para Dios y parecen perros y gatos, imagínese que se esperará de losdemás, ¡vergüenza debería darles! La gente viene a la capilla a buscar paz y lo que consiguen es chismes y malas caras. Deben pedir perdón a Dios porque lo están haciendo muy mal. Pido todos los días que el padre termine de construir su iglesia y se muden definitivamente para ver qué van hacer estas monjas cuando se cierre su capilla”.
Esta opinión sostiene un poco el dicho que dice: No haymal que por bien no venga,
puesto que esta situación belicosa ha dado pie para que los dos últimos sacerdotes que han administrado la parroquia en unión con la comunidad se motiven para agilizar la construcción de su iglesia.
En referencia a esta construcción, el padre acotó:
“No fui yo quien inició esta construcción, ésta construcción del templo parroquial de la calle 9, la inició el padreGarcía, que por motivos de salud sólo permaneció un año como párroco. Él fue quien colocó un techo, sillas y una mesa como altar para celebrar sus misas todos los domingos a las 8:30 de la mañana. Es a Él a quien se le debe ese merito. Yo, sólo continué esa gran labor”.
Para el padre como para la comunidad, proseguir este inmenso trabajo ha sido muy difícil. “¡No es fácil construir un...