reporte de lectura

(El imperio de los signos. Barthes, R.)


Parte I

Historia Editorial
El Imperio de los Signos de Roland Barthes, publicado originalmente en 1970. A lo largo de este libro se tratan temas como los tabúes occidentales sobre oriente, la comparación entre las culturas occidentales y la japonesa, se habla mucho de Tokio, elementos de la vida cotidiana de un japonés como su comida, su teatro,sus juegos y su literatura. Es un libro perfecto para adentrarnos en la cultura japonesa, sobretodo para aquellos cuyos conocimientos sobre la misma se basan en información provista por personas de su mismo idioma.

Parte II

Resumen Crítico

Comienza con Allá, un capítulo enfocado en romper nuestros tabúes sobre Asia al mostrarnos que tomamos como verdades absolutas todo lo escrito porpersonas de nuestro idioma que buscaron enseñarnos Asia a su manera. Nos pide olvidar todo lo aprendido sobre Asia hasta este punto, olvidando algunos puntos de la historia japonesa como el capitalismo y la culturización americana para dejar de buscar nuevos símbolos y comenzar la búsqueda de la fisura de lo simbólico.

A partir de este momento comenzamos a ver nuestra cultura occidental siendofuertemente comparada con la japonesa, empezando por la diferencia más evidente a simple vista, el idioma, con La lengua desconocida y Millones de cuerpos donde Barthes nos muestra dos verdades simples, la primera es que podemos conocer las imposibilidades de nuestra lengua a través del conocimiento de esta lengua nueva, un ejemplo claro es lo cambiante que puede ser el sujeto en japonés ysobretodo, el “yo”. La segunda verdad es que para una persona occidental, las caras que ve en la calle son un desplazamiento de la repetición pero todo eso cambia al estar en el extranjero, en cambio, en Japón se escogen cuerpos nuevos pero virtualmente conocidos para centrar su atención, de esta forma lo antes visto parece distinto, irreductible.

Con Centro-ciudad. Centro vacío, cambia nuestra formade ver la organización de nuestras ciudades o hasta comenzamos a notarla por primera vez, ciudades cuadrangulares como Los Angeles, parecen producir un malestar profundo, todas las ciudades occidentales concéntricas en cuyo centro se condensan los valores de la civilización (espiritualidad, poder, dinero, comercio, palabra, etc), todo esto, aunque siendo parte de nuestra vida, nos hace verlo comoun mundo nuevo al compararlo con Tokio que está construida alrededor de un anillo cuyo centro en sí mismo no es más que una idea evaporada, obligando a la circulación a un perpetuo desvío.

Otra notoria diferencia es discutida en Reverencias donde nos habla de la dualidad del hombre occidental puesto que tiene una realidad social y otra interior donde el gesto educado es un intercambio derespeto entre dos personas donde entre más educado, más verdadero pero esta percepción cambia en oriente donde cada gesto está codificado y puede de igual manera ser considerado gentil o exagerado.

Por último compara la Papelería, el lugar y catálogo de todo lo necesario, el comercio del signo con una escritura ideográfica en Japón, moviéndose a través de un lujo de superficies donde el pincelpuede moverse como quiera a diferencia de la rigidez de la pluma, apelando al dibujo. La papelería estadounidense es abundante, precisa e ingeniosa, es hecha por arquitectos y estudiantes cuyo comercio debe prever actitudes desenvueltas pero encerrado en la utilidad.

En dos capítulos, Sin direcciones y La estación nos muestran a Tokio a través de hechos como que las calles no tienen nombre. Esincreíble pensar que la ciudad más grande del mundo se encuentra prácticamente inclasificada, repitiéndonos que lo racional es un sistema entre nosotros. También nos habla de que si un barrio es nítido y se encuentra bien marcado, tendrá un centro vacío donde se encuentre una estación de metro y a su vez, dentro de ésta, se concentren todo tipo de trenes y comercios.

Hay cuatro capítulos...