¿Requiere la Evoliución de la creación?

¿Requiere la Evolución de la Creación?
Con el Papa Francisco estamos de acuerdo con muchas cosas, en particular con dar prioridad en los momentos actuales en proteger y defender a los más débiles: niños, mujeres y adultos mayores, de la violencia institucionalizada que se manifiesta en forma de guerras, hambre y epidemias, resultado del conflicto de codiciosas y avaras corporaciones que seenfrentan por el control de los recursos naturales de los pueblos.
Claro que el papa no lo dice así, sino que interpreta el fenómeno desde la perspectiva humanista asumiendo el “desvío” moral de esos actores económicos, orando a Dios su intervención para una conversión al camino de Cristo de esos tenedores de títulos sobre la propiedad de los medios de producción con los que especulan en el mercadode valores en su beneficio, pero ese milagro es imposible que se produzca porque las leyes económicas tienen un valor determinante que obliga a los tenedores a obtener siempre la máxima ganancia pues de lo contrario prontamente estarían fuera del juego aumentando las filas del proletariado.
Mas, no son esos puntos de concordancia general de lucha contra la injusticia social el motivo de estalíneas las que tienen que ver más bien con el artículoi “La evolución supone la creación” del Mons. José Mario Ruiz Navas publicada el día de Todos los Santos por el diario El Universo en el que con argumentaciones bastante rebatibles, con citas no textuales del discurso de Francisco I en la Inauguración de la Sesión Plenaria de la Academia Pontificia de las Cienciasii y con una cita final totalmentefalsa, convierte un tema de carácter científico en uno de vulgar politiquería.
Francisco I, después de una elocuente, sentida y muy florida exaltación del ex Papa Ratzinger como inigualable impulsor de las Ciencias, aborda muy delicadamente el tema que lo convoca como excusándose de emitir una opinión personal sobre las hipótesis científicas del origen del universo, que seguramente podríamalinterpretarse como oficial, rodeo que no le impidió decir que “Dios y Cristo caminan con nosotros y están presentes también en la naturaleza” demostrándolo metafísicamente con una afirmación dogmática sacada de la Biblia: «Pues en Él vivimos, nos movemos y existimos» (Hch 17, 28) cosa que parece paradójica en una Plenaria de Ciencias pero comprensible por la concepción metafísica de quien la hace.Luego se refiere al Génesis, al acto creador ahí detallado, al cual trata de darle otra connotación que de suyo trae ésta muy antigua interpretación mítica del origen del universo, arrebatándole a Dios la varita de mago que la misma relación bíblica le asigna. Es más, así nos lo enseñaron, que todo fue como magia, que se creó el mundo en seis días, que se hizo al hombre de barro, que se le sacó unacostilla con la que hizo a la mujer etc., etc., etc., y todo como actos mágicos que se correspondían estrechamente con la interpretación mágica que en aquella remota época los seres humanos teníamos de la realidad. Este cambio de actos de magia a procesos evolutivos muestra la necesidad que tiene la Iglesia católica de promocionar una idea de Dios más abstracta, menos humana, que permitaentenderse como una fuerza más que como una entidad, compatible con la concepción científica del mundo. Así, se entiende a Dios como la fuente de la sustancia vital de los seres cuando dice el Santo Padre:” Él dio autonomía a los seres del universo… dando el ser a cada realidad” y más claramente cuando afirma: “Él creó los seres humanos y los dejó desarrollarse según las leyes internas que Él dio a cadauno, para que se desarrollase, para que llegase a la propia plenitud” de donde podemos inferir que esas leyes internas no podrían ser otras que las fuerzas que rigen el comportamiento de la materia, y que son con las que la Ciencia explica el origen de la Vidaiii. Esta abstracción de la imagen de Dios supera la barrera de la actual proyección idealizada del hombre y abre la posibilidad para el...