Reseña Comparativa De La América Mestiza. El País Del Futuro De William Ospina

Oliver Eduardo Camacho Bravo.

Respecto a la lectura del texto de Ospina:
“…El siglo XIX nos volvió americanos y el siglo XX nos volvió planetarios…”, esto también trajo consigo unos aumentos demográficos masivos acompañados de “…un optimismo científico de la era industrial…”, el cual prometía una serie de gamas (casi que inacabables e ineluctables) para comunicarnos, para ser y conocernoscon los mundos, anunciando así las promesas en unos futuros que serían realizables por medio de los elementos que conforman la modernidad; o eso era lo que suponíamos, alcanzar los espíritus tan anhelados de comunidad. Pero estos procesos maquinados por las nociones de lo moderno, del progreso y del desarrollo resultaban algo contradictorios, revelándonos su condición de oxímoron, la cual esocultada convenientemente por medio de los diferentes usos que se le dan a los lenguajes. Sino obsérvese algunas situaciones en las metrópolis, donde nos podemos percatar de las condiciones y etiquetas, que a veces desde las academias les son impuestas a los grupos humanos, aludiéndose a ellos como periféricos o invisibilizados, esto hace que podamos replantear las nociones de metrópolis, aquellas quelas exponen como lugares del primer mundo, como “lo último en guarachas”, pero que, sin embargo, albergan mundos no tan otros como tal. (Páginas 201-202).
Los caminos de unión son fundamentados en las ideas de progreso, estos supuestamente, se verían reflejados en proyectos que iban dirigidos a la solución de las necesidades de comunicarnos; pero las empresas (que se suponía cumplirían con estalabor) fueron manipuladas a conveniencia por los sectores sociales poderosos, que al obtener los beneficios y condiciones necesarias para sus intereses y para la resolución de sus necesidades, abandonaron cualquier iniciativa para favorecer a otros sectores sociales (Páginas 203, 204).
Con las historias de todas las naciones americanas están presentes hechos como: Procesos de liberación,instauración de derechos supuestamente universales, aprovechamientos económicos, dictaduras, exilios, muertes, más muertes, así como nacimientos en proporciones colosales (y quizás inimaginables años atrás), proliferación de ciudades futuristas, creación de industrias y minas, fusiones y expansiones masivas de las personas junto con sus lenguas y costumbres, traiciones, conquistas, reconquistas,tiranías, tiranías, tiranías, dinastías más dinastías, derroches, corrupciones, golpes de estado, alianzas, guerras entre partidos políticos, asesinatos de caudillos, conformaciones de guerrillas, grupos narcotraficantes, hegemonías, más tiranías, revoluciones populares, explosiones con los lenguajes, alteraciones inimaginables, y todo aquello que es incalculable, pero que en parte puede ser apreciadorelatado para que nos desemboca y evoque en lo que suponemos podemos ser ahora y en adelante… (Páginas 205-215).
Las historias de las Américas emergen con incalculables dificultades, prueba de ello son los mestizajes, productos de tantos choques, de tantas guerras, geográficas y genéticas. Geografías y grupos humanos que superaban cualquier realidad o ficción pensada en aquel entonces, donde nospercibíamos (o percibimos) con los prejuicios heredados, con las exterioridades, suponiéndonos a partir de aquello que no éramos, aquello que a su vez nos resultaba tan distante. Suelen ser constantes las vergüenzas, los desprecios por unos pasados no tan pasados, pero que se encuentran de algunas maneras presentes en las trinidades de los tiempos humanos, los mismos que a veces son tan omitidos y tanolvidados. Pero pese a las cargas que implican estas historias, que son nuestras y nosotros de ellas; pese a que sus consecuencias se hacen evidentes después de tanto caminar y vivir, y a que revelan las dificultades al intentar pensarnos y hacernos como nunca antes lo habíamos hecho, son estos muchos de los sacrificios experimentados para conseguir una voz natural, que expresara lo anhelado,...