Reseña De Las Huellas De Nuestros Miedos
Igual que hace mil años, hoy sentimos miedo de la miseria, la enfermedad, la violencia y a nuestros congéneres
Georges Duby, el conocido historiador francés de la Edad Media, nos regala un retrato claro y preciso sobre esa época en el libro Año 1000, año 2000. La huella de nuestros miedos. La editorial chilena Andrés Bello recopiló de unaserie de entrevistas que en 1994 le hicieron Michel Fauró para L'Express y François Clause para Europe 1.
En un constante ir y venir por el tiempo el autor nos abre una ventana hacia el pasado para mostrarnos que las personas del Medioevo no eran tan diferentes a nosotros, vivían tiempos complicados, sufrían enfermedades, los embates del clima, y tenían los mismos temores que cualquiera denosotros puede sentir. Este libro se nos ofrece como una obra original en la que se confrontan el punto de vista del historiador y el del periodista. Los miedos de ayer, de los medievales, pueden servirnos para entender mejor los miedos de hoy. Duby piensa que el historiador no debe encerrarse sólo en el pasado sino reflexionar también en los problemas de su época.
El libro se estructura en torno a unaserie de temas bajo el signo del miedo: a la miseria, al otro, a las epidemias, a la violencia y al más allá.
El hombre del año mil padecía hambre, pero existía una gran fuerza solidaria. La pobreza era compartida y no relegada como hoy día. Tampoco se sufría solo, las personas eran gregarias, compartían todo, y así las penurias eran más soportables. La verdadera miseria apareció hacia el sigloXll, cuando la emigración campesina se instaló en los suburbios de las ciudades, pero incluso lejos de sus parientes encontraron solidaridad en las diferentes asociaciones de socorro.
Duby propone que cuando la arqueología no puede mostrar como eran estas viviendas porque ya no quedan pruebas el historiador tiene derecho a imaginar, por ejemplo, esos suburbios como las favelas de Río de Janeiroo de cualquier país del tercer mundo con una alta explosión demográfica.
En la Edad Media, como hoy, también hubo rechazo a los miserables. Con la gran afluencia de pobres a las ciudades, los ricos comenzaron a temerles. También el marginal que se recluía en los bosques, donde verdaderamente se podía ser libre. El otro, el extranjero, el pagano, el judío son igualmente desconfiables para elhombre medieval europeo.
Las comunidades, sin embargo, no eran muy abiertas, pues la idea imperante era que el reino de Dios se implantaría en la tierra cuando toda la humanidad se convirtiera al cristianismo. Así, era preciso aislarse de los judíos o hundirles la espada en el vientre, como decía San Luis.
El miedo más preocupante y sin duda por el que más nos asemejamos a los medievales era elmiedo a las epidemias: el fuego del mal ardiente, la peste negra, la lepra, como hoy el sida, son ejemplos del temor y el rechazo absoluto al otro, al contagiado.
Ninguna enfermedad previa pudo prepara a la gente para la peste negra que llegó de Asia por la ruta de la seda. Se desconocía la manera de contagiarse, se carecía de medios para enterrar tantos muertos, se quemaban hierbas aromáticas enlas calles, las ciudades se replegaban tras sus murallas frente a visitantes extranjeros y el terror se instaló en la vida, en la literatura y en el arte. En tal estado de desesperación, por supuesto, se buscaron víctimas expiatorias y les tocó de nuevo a los judíos y a los leprosos, porque estos últimos llevaban la podredumbre de su alma reflejada en el cuerpo.
La inseguridad también fue una...
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