Reseña De Libro
Míkel Rodríguez se acerca por primera vez a la literatura de terror, y lo hace con un pulso firme y un estilo francamente depurado.Para su iniciación en el género opta por ambientar sus relatos en el País Vasco, inmejorable escenario para un buen puñado de relatos; los cuales se benefician de todo el folclore y las leyendasnegras surgidas a lo largo del tiempo –desde la antigüedad hasta la actualidad– en un emplazamiento geográfico que, al igual que ocurre con Asturias o Galicia, parece haber sido conformados para albergarduendes y todo tipo de criaturas fantásticas.
El mayor inconveniente de enfrentarse a una antología es que el lector, sin pretenderlo, tiende a comparar los relatos entre sí; cosa que no ocurre conuna novela. La calidad desigual de los relatos adscritos en este libro provoca que el regusto final sea algo agridulce. Pero no nos llevemos a equívoco, pues la calidad media es buena. Lo que sucedees que los dos primeros relatos son tan redondos y sobresalientes que hacen que el resto, no siendo malos, parezcan mucho peores de lo que en realidad son.
El cineasta Samuel Fuller contaba que “sicuando te sientas en la máquina de escribir (hoy sería el teclado de un ordenador) no se te pone dura (todos sabemos a que se refería con dicho término) con la primera escena, mejor tirar la páginade guion a la papelera y empezar de nuevo”. Esto es una verdad como un templo, pero también puede ser el mayor escollo de una obra de ficción en cualquiera de sus soportes, pues si una historiacomienza de forma brillante, el autor tendrá que lograr mantener las cotas de calidad conseguidas durante toda la obra; y eso no es fácil. Y “Sacamantecas y otros relatos vascos de terror” es un claroejemplo de ello. Quizá, si los relatos se hubiesen colocado en otro orden, dejando al menos uno de los dos primeros para el final, la sensación del lector sería la de que acaba de leer una obra maestra;...
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