Reseña Las Cenizas De Ángela

Autor: Camilo Andrés Sánchez
Reseña, “Las cenizas de Ángela”
Bogotá, Colombia
Febrero de 2011


- LAS CENIZAS DE ÁNGELA -
Frank McCourt

RESEÑA
“Cuando rememoro mi niñez me pregunto cómo sobreviví. Fue, claro, una infancia miserable: la infancia feliz difícilmente vale la pena para nadie. Peor que la infancia miserable común, es la infancia miserable irlandesa, y peor aún es lainfancia miserable católica irlandesa”. Son estas las acertadas palabras con las que Frank McCourt inicia la obra que describe sus primeros 19 años de vida. Esta increíble historia, publicada en 1996, ganadora del premio Pulitzer un año después y llevada al cine en el 99, rememora en inexplicable detalle las anécdotas de la familia McCourt, mientras lucha contra la pobreza y la exclusión, unascreencias implacables, los problemas de alcoholismo de un padre, y los esfuerzos de una madre por mantener viva a la familia, desde que dejan las sucias calles de Nueva York para regresar a la olvidada Limerick (Irlanda).

Tan sorprendente como la historia misma es la narrativa que McCourt emplea para contarla. Cada palabra y cada frase, narradas en presente, hacen pensar al lector que el mismo Francisestá contando lo que acaba de suceder, con un lenguaje propio a la edad que tiene en la historia. Así pues, conforme crece se hace más crítico y maduro, usa palabras más complejas y frases más contundentes, y deja de lado las fantasías de ángeles y guerreros que su papá le contaba para entretenerlo. Aunque Frank McCourt la escribió a sus 66 años, la historia nunca salta al futuro más que parasoñar e imaginar en algo que parece incierto.

McCourt inicia su historia con el nacimiento de Ángela Sheenan, quien llevó ese nombre por nacer justamente en año nuevo, cuando en Limerick se tocaba el Angelus. Un par de copas con Malachy McCourt, otro irlandés, los unió en un bar de Brooklyn (Nueva York), donde vivían como inmigrantes en busca del sueño americano, lejos de las amenazas nazis queempezaban en Europa.

Sus muy fuertes creencias católicas los obligaron a casarse antes de que su hijo naciera, y en honor a su abuelo y a San Francisco, lo bautizaron con el nombre de Frank. Francis, Frankie, Guiños McCourt, Hijo de pordiosera, Lagañoso, Bailarín, Pucheritos y Japonuco, como el autor dice haber sido apodado en su niñez, nacía para conformar una nueva familia. Solo pasaría un añopara que el apellido se extendiera con la llegada de Malachy.
Su pequeño apartamento se hizo aún más ajustado cuando los gemelos Oliver y Eugene nacieron. No sobraron nunca los reclamos de sus primas, quienes la tildaban de coneja e irresponsable. De nada valía, porque poco después Margaret nació, la primera hija de los McCourt. Sus grandes ojos azules (como los describe el autor) fueron la razónpara que el padre dejara de gastar en alcohol los pocos centavos que ganaba, mientras ellos tenían que tomar agua con azúcar para reemplazar la leche. El hambre, junto con las inhumanas condiciones en las que vivían, le quitaron la vida al bebé tan solo 21 días después de su llegada. La depresión de Malachy lo devolvió al alcohol y los obligó a mudarse, dejando todo (o nada) atrás para regresar asu natal Limerick. Mal recibidos por la familia de Ángela, empezaron una nueva vida. Su padre había participado en la guerra años antes, por lo que el estado debía pagarle una contribución, pero no fue así, pues el registro de su participación en la IRA (Ejercito Republicano Irlandés) nunca apareció. Juzgados por tener hijos Yankees, un padre borracho del norte de Irlanda, y una hija en la tumba,recibieron algo de ayuda de la abuela, pero las condiciones no mejoraron. Retazos de llanta sirvieron como suela para los zapatos, partes de las paredes se usaron como leña, dos vasos de mermelada fueron la vajilla familiar, pequeños robos clandestinos remplazaron las compras, la saliva de la abuela peinó el cabello rebelde de Frank, y pan frito y té hicieron las veces de alimento, excepto en...