RESEÑA

BUSCANDO EL SENTIDO DE HUMANIDAD

TODOROV Tzvetan. La Política de los Intelectuales. Volumen XVII, número 28, Cuadernos de Economía. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.

Tzvetan Todorov (Sofía, Bulgaria, 1939) vive en París desde 1963, donde ha sido, junto con Roland Barthes, uno de los más prestigiosos representantes del círculo de los estructuralistas franceses. Actualmente dirige elCentre de Recherche sur les Arts et le Langage de París. Es autor de numerosas obras sobre literatura y ciencias sociales, entre las que se cuentan Teoría de los géneros literarios, Frágil felicidad, La vida en común (Taurus, 1995) y Los aventureros del absoluto. En 2008 ha sido ganador del Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales.

A lo largo de la historia se ha evidenciado que losintelectuales suelen apoyar políticas dictadoras, autoritarias y de mano dura, justamente como se dice en la Derecha Intelectual (Carlos Monsiváis, 2007).Debidamente, el capítulo La Política de los Intelectuales del libro El Hombre Desplazado presenta una estructura compuesta inicialmente por una introducción y siete apartados.
Ahora bien, en el aspecto conforme al contenido, el autor hace comouna síntesis inicial definiendo al intelectual, como el hombre bien formado, un estudioso ó un artista en su profesión, preocupado por la labor que ejerce con su entorno, es decir con el mismo hombre.

En la introducción, el autor expone la definición del Intelectual, es un estudioso ó un artista que se desempeña muy bien en su profesión y que también se preocupa por las dimensiones políticaso éticas de sus obras. Cuenta la experiencia de vivir en un país comunista y argumenta que los problemas de los intelectuales allí se deben a su falta de libertad y diferencia esa posición con la de un país democrático en dónde los intelectuales radicaban los problemas en la vida política de los mismos.
En el primer apartado, el autor cita a Cristopher Lasch, quién propone una tipología de losintelectuales y lo divide en tres categorías: el intelectual como portavoz de la conciencia, como portavoz de la razón y como portavoz de la imaginación, Lasch está de acuerdo con el primer modelo, porque según él el romanticismo y la razón erran. Asimismo Lasch sostiene que los valores éticos y la moral están por encima de cualquier cosa; el autor es aquí donde contradice, que la moral no estádirectamente ligada con la religión, ni con Dios ésta se puede tomar en distintas nociones y es de allí donde sale el término “humanismo”. La ciencia, razón y moral son como unidad, donde ninguna es excluyente, porque es obvio que la ciencia no pude demostrar qué es bueno y qué es malo y la moral lo qué es falso y verdadero, es así como éstas se unen y contribuyen para la humanidad.

En la segundaparte: La tentación de lo Utópico, el autor refiere que Sartre se inclina, por el intelectual proveedor de esperanzas, de ahí parte la utopía: Un estado ideal para toda la humanidad, pues así es que Sartre pretendía según el autor era instaurar fe y esperanza en los intelectuales, porque su moral (la de Sartre) se acoge fielmente a un dogma. Al contrario de Sartre, Raymond Aron profesa una moralracional, argumentada por hechos. El autor finalmente en este apartado decide que un intelectual no provee esperanzas, ni defiende el bien; el intelectual debe distinguir entre lo mejor y lo peor. Acoto yo, que los seres humanos y lo digo en general, deseamos un Estado en el que haya justicia y un bien social, creo que esto no es nada nuevo, puesto que Platón, en su obra “La República”, losustentó, ya que según Platón todos en la sociedad desempeñarían un rol importante, para un bien común. Y este pensamiento, también lo sostiene Tzvetan, que es un ser humano igualmente.

En el tercer acápite: Yerros de los intelectuales, el autor explica que a lo largo de la historia, se ha observado otra cosa, por ejemplo y con el caso de Heidegger, él y sus discípulos apoyando las ideas nazis, es...