Reseña

LA SALUD DE LA POBLACION HACIA UNA NUEVA SALUD PÚBLICA.

A medida que nos acerquemos al XXI, nuestra capacidad de afrontar los retos de la salud pública dependerá de la habilidad para derivar, de las ricas tradiciones intelectuales que la nutren, las definiciones y los proyectos integrales que guíen su futuro.

En la primera parte del libro el autor ha intentado desarrollar la baseconceptual para la nueva salud pública. A lo largo de la segunda parte, hemos insistido que el éxito de la nueva salud pública requerirá acciones en el plano de la organización. Al respecto, es necesario hacer una distinción entre niveles de acción humana. El nivel más superficial es el de la colectividad, que es simplemente una agregación de individuos. El siguiente nivel de organización, definida comouna conectividad que ha adoptado reglas explicitas sobre los derechos y las obligaciones de sus miembros. Finalmente, el nivel más elevado es el de la institución, la cual se define como una organización donde además de las reglas hay un conjunto de valores superior de acción. A fin de cuentas, el desarrollo social se basa en el esfuerzo arduo, cotidiano, minucioso, paciente por construirinstituciones sólidas. A través de ellas se unifican las voluntades individuales para llevarlas a un plano superior que es mayora su simple suma. Siguiendo la metáfora tomada de la física, lo más importante no es solo formar una masa crítica de talentos, sino además conjuntar una densidad critica mediante la cual dichos talentos puedan enriquecerse mutuamente dentro de un espacio institucionalcompartido.

Ello significa que la institución se componga de una masa anónima de personas remplazables. Por el contrario, cada individuo representa una biografia irrepetible y por lo tanto encierra una potencialidad única. La historia no es un producto de fuerzas ciegas, sino una construcción por parte de actores de carne y hueso. Pero no actúan aislados ni movidos tan sólo por sus virtudes y defectos.La acción humana siempre se da socialmente organizada. En este aspecto hay tanta variabilidad como entre individuos. El mundo esta repleto de ejemplos de formas de organización social que han sido exitosas y en otras que han fracasado. Nuestra discusión acerca de las bases de producción, reproducción y utilización del conocimiento ha sugerido nuevos caminos para construir las estructuras ydefinir los valores que aseguren el éxito de las instituciones dedicadas a la investigación, la enseñanza y la práctica de la salud pública. Sin duda, el futuro de la salud pública dependerá, en gran medida, de nuestra capacidad de diseño, desarrollo y desempeño internacional.

Pero no basta con la organización interna de la propia salud pública. Es preciso amplio de vinculación, un compromiso conla salud de la población y con los servicios que se dirigen a mejorarla. El gran reto a este respecto escriba en modernizar la salud pública. Más allá de los varios significados que las coyunturas políticas pueden imprimirle, la modernización debe entenderse, ante todo, como un proceso de apertura. No se trata de una permeabilidad irreflexiva, que pase por alto los avances del pasado sino, alcontrario de un esfuerzo por integrar tradición y progreso.

En el caso de la salud pública, la modernización debe entenderse como una apertura al menos de siete direcciones, la primera, como hemos insistido, es hacia la toma de decisiones: la investigación debe ´proporcionar información científicamente valida que sea permitente a los problemas de las decisores de todos los niveles. La segundaapertura se cabía la universidad: junto con el valor de la pertinencia, la investigación y la educación superior en la salud pública deben promover la existencia y para ello deben vincularse estrechamente a los espacios universitarios. En tercer lugar, la salud pública debe abrirse hacia los campos de la salud, para que su enfoque poblacional encuentre sustento en los procesos individuales y...