rese a de The broken circle breakdown

The broken circle breakdown, El círculo de amor se rompe, de Van Groeningen
A veces ver un filme es ver la noche proyectada en una sábana blanca; otras, proyectada en una negra; el negro no se hace negro, deja ver sus matices, los grises, y la luz que mancha de blanco el negro se vuelve una visión en medio de la oscuridad. Furia, de Lang, proyecta el día sobre una sábana negra que cae al finalcon la luz de la salvación; Ordet, La palabra, de Dreyer’s, proyecta la noche sobre una sábana invisible que deja ver que el milagro surge porque la palabra del loco al fin se hace eficaz; Van Groeningen, en The broken circle breakdown (también llamada Alabama Monroe o El círculo del amor se rompe) deja que cada que la noche o el día se reflejan veamos el cambio por la interpretación de unacanción de bluegrass (“hierba azul”, la música de una región de Kentucky). Pero no estamos en las montañas del centro de EEUU, donde surgió esta música con Bill Monroe (1911- 1996) y Earl Scruggs (1924-2012), estamos en Bélgica. Tenemos todo, hierbas, pastizales, caballos, gallinas, botas, pistolas tatuadas, mundo campesino y una banda de bluegrass dirigida por el Didier, quien canta y toca el Banjo. Elconjunto de Didier es sencillamente estupendo, con una banda sonora dirigida por Bjorn Eriksson, que le debe su gracia, alabanza y melancolía a Bill Monroe, el creador del bluegrass. Pero el filme no es un musical y la música aquí, a pesar de la sonoridad de las cuerdas, las voces y las letras, no es más que el cambio de telón o el telón que nos permite respirar ante la historia de esta obracinematográfica. Se trata de una historia de amor en la que este es vencido como las frágiles criaturas que el homo sapiens se ha inventado para soñar que somos pajarillos de un cuento de vida, muerte y trasformaciones cósmicas.
Su director, el belga y flamenco Feliz Van Groeningen (1977, director de Los desafortunados, divulgado en Francia como La merditude des choses), ha hecho con The brokencircle un filme de amor que no tiene contemplaciones con lo que el amor guarda en su corazón: la muerte. La pareja la conforman Elise y Didier, representados de manera espléndida por Veerle Baetens y Johan Heldenbergh (quien es también coautor y protagonista de la obra de teatro en que se basa este filme). Él idolatra la música de las cuerdas de los vaqueros; ella, escribir en su cuerpo sus historiasamor. Didier venera a EEUU a través de estas cuerdas que en cierta forman regresan a Europa desde las montañas de Kentucky. “Es música country en estado puro. (Le dice Didier a Elise en su primer encuentro). Un violín, un contrabajo, una mandolina, una guitarra y un banjo. Sólo cuerdas, la pureza acústica. Y voces. Es absolutamente sublime (…)” No obstante, la película no empieza por el amorsino por la enfermedad. De entrada la pareja, en un hospital, recibe las noticias del cáncer de su hija de 7 años, Maybelle, tal vez un homenaje a Maybelle Carter (1909-1978), contemporánea de Monroe con su voz y guitarra y que con su familia hizo las primeras grabaciones de country. En medio de un esfuerzo por hacer del tratamiento del cáncer una fiesta del acompañamiento, las células hacen sutrabajo inmisericorde, sin tener en cuenta el amor, la música ni el merecimiento de esta hija para con el amor del músico y la tatuadora. Pero no llevamos 5 minutos y viene una ida al pasado, 7 años antes, y de ahí en adelante este singular filme flamenco volverá al pasado y volverá a algún presente como un carrusel del tiempo que no puede ser lineal porque las historias terribles hay que contarlas demodo entrecortado, mediadas por la música, hasta que se desenvuelven todos los hilos. Y este desenvolvimiento es quizá la mayor magia de Van Groeningen. Todo vaticina un filme sobre un gran amor que sufre la enfermedad y quizá la pérdida de la amada hija. Sin embargo, esto no es así, este no es tema del filme. Cuando llegamos a casi una hora y estos hilos se desatan, no se desatan aún los hilos...