Reseña "Barbarie y Civilización"

ufeffReseña de Barbarie y Civilización. Sangre, monstruos y vampiros durante el segundo gobierno de Rosas de Gabo Ferro
El historiador, músico y poeta Gabo Ferro presenta en Barbarie y Civilización, un análisis semiótico sumamente detallado en el cual se pregunta con especial énfasis por el uso de la sangre y la monstruosidad como símbolos en el período del segundo gobierno de Rosas. Esta obra,la adaptación de su tesis de Maestría en Investigación Histórica en la Universidad de San Andrés, tiene también el segundo propósito de demostrar como el discurso historiográfico ha adoptado también estas figuras, reutilizándolas y, sobre el mismo eje, virando en su significado de acuerdo a la época y la corriente en la que se inscribiera el historiador.
El libro está organizado en cuatrocapítulos, orientados de acuerdo a un criterio temático, precedidos por una introducción; y unas palabras finales a modo de cierre y conclusión.
La primera parte trata el tema de los símbolos en general. Ferro se detiene sobre la cuestión de la génesis de un símbolo, auxiliado por una amplia variedad de referencias a autores que se han manifestado sobre el tema, Borges y Susan Sontag incluidos. Estasección es clave para la comprensión del libro porque encierra el presupuesto sobre el que el autor trabajará a lo largo de la obra: los elementos simbólicos tienen una realidad tangible. No es sólo en sentido literario que se habla de cuerpos o sangre para ilustrar una descripción. La Patria es un ser vivo, y como tal tiene pulso, tiene venas por las que corre sangre. Sangre que circula y puedederramarse. La imaginería relativa al régimen rosista, abundante en la explotación de estos símbolos debe ser entendida como un producto de concepciones mucho más profundas, entroncadas en el mundo de las ideas e, incluso en el saber científico, de la época de que son hijas.
En el primer apartado, Ferro se detiene, de esta forma, sobre los usos de la figura del monstruo. De nuevo, ayudado por unavariedad y calidad nada despreciable de ilustraciones que circulaban en la prensa opositora de la época, el autor procede a explicar de forma muy convincente el enigma detrás de estas imágenes. Se le revela al lector que en una relación de enfrentamiento y total alteridad, el grupo que dice encarnar la civilización impone sobre el otro -el tirano, el bárbaro- su concepción de lo que él es. Rosases un monstruo en el sentido clásico: representa la degradación de una sociedad, el agente corruptor de un cuerpo puro. La prensa opositora bestializa al enemigo y revela así su verdadera identidad. Los monstruos no son seres fantásticos, son reales y, por presentarse en una forma antropomorfa, tanto más temibles.
Ferro profundiza este análisis en el capítulo II y se focaliza sobre una figuramonstruosa específica: El Vampiro. Afirma que, aunque el vampirismo ya está en decadencia en la Europa de las luces, llega al Río de la Plata y se infiltra en las conciencias de sus habitantes. El inmenso potencial simbólico alrededor de la mitología de estos seres de la noche resulta en la apropiación del imaginario para formar la metáfora más acabada acerca del rosismo. El régimen está sediento desangre y el cuerpo del pueblo pareciera ser la presa de preferencia.
Se destaca nuevamente en esta sección, el uso de imágenes y citas a obras canónicas del periodo como Amalia de Mármol, donde Rosas y otras figuras relativas al régimen son objeto de una metamorfosis en seres diabólicos que experimentan un placer casi sensual en el contacto con el fluido vital.
El capítulo III pierde un pocode la genialidad del comienzo del libro. Ferro cambia de tema y, del análisis de los símbolos propiamente, se desplaza a un estudio menos técnico de la prensa en la que las imágenes analizadas circulan. Esta sección no aporta demasiado a un lector especializado, que pareciera ser el lector al cual los primeros dos capítulos están orientados, y redunda sobre cuestiones ya ampliamente estudiadas,...