Reseña de película "ocho minutos antes de morir"
Se acabaron los tiempos de la ciencia ficción explicada. La “galaxia muy, muy lejana” quedó en el olvido. Lo nuevo es que explote la bomba en laprimera escena, revivir más de una vez en otro cuerpo y besar a la protagonista en minifaldas. Le tocó así al actor Jake Gyllenhaal en la cinta Ocho minutos antes de morir, otra producción de MarkGordon Company, estrenada en Venezuela el pasado 18 de noviembre.
Las aguas verdosas del río Chicago, en la ciudad homónima, sin musgos y con rascacielos en sus riberas, son captadas a vista depájaro. Luego ocurre un atentado en un tren en el que coquetean una veinteañera y un profesor confundido, que dice ser un tal capitán Colter Stevens. Y en efecto lo es. “Aquí, Castillo Asediado”, le susurrauna voz para reanimarlo, al mejor estilo del memorable “despierta, Neo”.
En una hora y 33 minutos, el filme relata el apogeo del ficticio programa científico Código Fuente, que reconstruye unataque terrorista a partir de los últimos recuerdos de una de las víctimas, a los que llegan usando el cerebro de Stevens. La trama tiene sus precedentes en películas como Matrix (2001), un clásico delsci-fi moderno.
A Gyllenhaal se le ha visto actuar de adolescente esquizofrénico, vaquero homosexual, príncipe persa y, por primera vez en su carrera, repite la interpretación de un militar. Estavez, el ganador de los premios BAFTA no es un marino en la Guerra del Golfo, como en Jarhead (2005), sino un piloto bélico tomado como conejillo de Indias por el Gobierno de Estados Unidos.
Alrededorde la estrella de Secreto de la Montaña (2008), se teje también un idilio con Michell Monaghan, su compañera de viaje, novia de Tom Cruise en Misión: Imposible III (2006). La rigidez de Vera Farmiga,como la teniente Goodwin, contrasta con las jocosas apariciones del humorista canadiense Rusell Peters, que si bien son escasas, resaltan con chistes sobre personalidades como Michelle Obama.
El...
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