reseña del libro salvaje
Juan Villoro
Mi madre empezó a dejar cigarros por todaspartes. Ni siquiera los fumaba completos. Estaba tan n nerviosa y hacia tantas llamadas telefónicas que los cigarros se juntaban en montoncitos en el cenicero sin que ella acabara de fumar uno solo. Habíaseñales de humo en cualquier sitio, como si viviéramos en un campamento piel roja.
Todo olía a ceniza y a ´puré de papa. Durante la semana de separación comimos albóndigas con puré de lunes a sábado.En domingo, mi madre nos dejó con su amiga Ruth. Que nos dio unas salchichas alemanas deliciosas, espolvoreadas con algo que yo conocía no nuez moscada.
Mi madre paso tardísimo por nosotros. Carmenya estaba dormida, abrazada a su castor de peluche. Yo me caía de sueño pero alcance a oír la conversación entre mi madre y Ruth.
---Lo peor son las vacaciones --dijo mi madre-; No sé qué hacer conellos.
Ellos éramos Carmen y yo.
--Algo saldrá --dijo Ruth- yo me puedo con la pinta. La pinta era nuestra perra, raza maltes color blanco y negro, me sorprendió, y en parte me tranquilizo.
Que Ruthofreciera quedarse con la perra y no con nosotros.
¿Por qué no podíamos pasar las vacaciones en casa? Faltaban dos semanas para el fin de cursos. En el colegio ya estudiábamos poco.
El maestrohabía dejado de tener prisa; nos daba un papel para que dibujáramos cualquier cosa, durante varias horas. Luego cantábamos canciones muy largas y no le importaba que nos equivocáramos. Era como si lasclases en verdad ya vieran acabado y solo estuviéramos ahí por compromiso, llenando los días que faltaban para el verano. ‘’Las vacaciones grandes’’. Como las decíamos nosotros.
El mejor momento de lavida era el primer día de vacaciones. El sol entraba d otro modo al cuarto. Un sol animoso, color miel, que calentaba las cortinas y hacia saber que venían dos meses sin escuela. En ese primer día...
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